Reflexiones

La Raza del Noroeste

Fue una semana de coincidencias.

Días después de que se realizaran protestas en contra de la administración del Presidente Barack Obama, se anunció que el presidente visitará la zona de desastre para hablar y reunirse con rescatistas y familiares de las víctimas de deslave.

Esta es una oportunidad única para personas que están molestas por sus prácticas de deportación.

¿O no?

Aquí se puede aprender de diplomacia y hasta de como políticos manejan los asuntos de percepción pública.

Bien podemos manifestárnos en

SeaTac cuando llegue al aeropuerto y en algunos otros lugares de Seattle para mostrar nuestro enojo en contra de las deportaciones. Activistas locales no tendrán mejor oportunidad que ésta, a menos que viajen a la capital para manifestarse a través de la ventana donde el Presidente come en la Casa Blanca.

Aunque de hecho, aquí estarían más cerca.

Pero la verdadera pregunta es, ¿deberían?

Hay que ser claros, todos tenemos el derecho de manifestarnos y hasta podemos decir que tenemos la obligación de hacerlo cuando queremos expresar nuestro descontento con el gobierno.

Aquí la pregunta es por la razón que el presidente viene.

El deslave en Oso es una de las peores tragedias de desastres naturales en la historia del estado. Al momento de escribirse esto, había 34 muertos que incluye a niños y a familias enteras.

Así que responder a un momento donde el presidente quiere dar apoyo con pancartas de enojo, sólo causaría que personas se sientan ofendidas y se pongan en contra de inmigrantes.

Es decir, podemos provocar más enemigos.

Es posible manifestarse en contra de las deportaciones, pero se necesita delicadeza.

Y aún cuando se haga, no captará tanta atención porque el enfoque está en Oso. Este es uno de esos momentos que posiblemente conviene mejor no entrar a la batalla. Hay más probabilidades de que algo salga mal y no tantas que se mejoren las cosas.

Otra alternativa más es crecer la presión y expresar más apoyo a los simpatizantes de los derechos de los inmigrantes antes de la visita. Esto generaría interés y no crearía conflicto porque ya no habría protesta ese día.

De ese modo, se ganaría puntos de simpatía con otros grupos.

Estaremos diciendo que no estamos protestando por respeto a los muertos y familiares del deslave.