Salud mental, un problema nacional.

Reflexiones

La Raza del Noroeste

Es innegable que el país atraviesa por una grave crisis de salud mental.

Por las calles deambulan personas sin hogar, desamparadas y con visibles síntomas de enfermedad mental.

El sistema de salud de Estados Unidos se encuentra en el puesto 46 en cuanto a eficiencia en el cuidado de la salud por debajo de países del “Tercer Mundo” como Perú, Argentina, Cuba Ecuador y Chile según el estudio de Bloomberg divulgado por The Huffington Post

Los veteranos que regresan al país con trastornos por estrés postraumático después de servir en la guerra, no siempre reciben la atención adecuada y en muchos casos terminan adictos a las drogas que les prescriben convirtiéndolos en una bomba de tiempo que puede explotar en cualquier momento y terminar en una matanza masiva.

En el país hay cárceles con fines de lucro que albergan en sus instalaciones 10 veces más enfermos mentales que los hospitales psiquiátricos, según un reciente reporte de Treatment Advocacy Center y de National Sheriffs’ Association.

Dos recientes acontecimientos pusieron una vez más en evidencia este problema: El apuñalamiento masivo en la escuela secundaria Franklin Regional High School en Murraysville, Pensilvania, donde el adolescente Alex Hribal de 16 años apuñaló a 20 personas, y el tiroteo en la base militar de Fort Hood que dejó 3 victimas y 16 heridos más el atacante, el especialista Iván Lopez quien se suicidó.

La política junto a los intereses creados de las grandes corporaciones juegan un papel clave en la salud de la población nacional.

Por un lado el partido Demócrata ha demostrado su interés en mejorar el acceso de la población menos privilegiada a la atención médica a través de la recientemente promulgada reforma de salud ACA (por sus siglas en inglés).

Por otro lado, poderosas corporaciones con grandes intereses económicos presionan exitosamente al partido Republicano para oponerse a las reformas de salud dificultando el acceso a los servicios de salud que incluye la salud mental.

Los esfuerzos realizados por la actual administración con el objeto de mejorar la situación, lamentablemente, no son suficientes, hace falta más y el riesgo de que nuevos ataques masivos se produzcan en las escuelas, cines, centros de compras y bases militares sigue latente.

Un problema de tal envergadura no tiene una solución fácil, o rápida, pero con esfuerzo y tiempo, si tiene solución.

Nosotros los ciudadanos Hispanos hemos hecho la diferencia como lo demuestran en forma contundente los resultados de pasadas elecciones.

El caso de la salud no es la excepción y podemos ayudar a cambiar esta situación ejerciendo nuestro derecho a voto y apoyando a aquellos candidatos que propongan iniciativas orientadas a mejorar la salud general y por ende, la salud mental.

Podemos seguir esperando o podemos actuar. ¿Cuál opción elige usted?