Desfile del dolor

Ulises Gutiérrez

Agencia Reforma

LEÓN, Guanajuato 14-Ago .- En Pumas no hay ánimo ni para sonreír.

Tras la derrota ante León en el Nou Camp, todos los elementos auriazules dejaron el estadio con caras largas y bajo el apoyo de algunos aficionados que decidieron despedir al equipo.

El primer futbolista en salir del vestidor y subirse al autobús fue Darío Verón, el autor del gol universitario, y que de inmediato fue vitoreado por los presentes.

Pero no todos en el equipo fueron felicitados por los aficionados, que rodearon el transporte felino.

Entre los más desanimados de Pumas se encontraba el presidente del Patronato, Jorge Borja Navarrete, quien con cara seria abordó el transporte para ocupar uno de los primeros asientos en donde también se colocaron los integrantes del cuerpo técnico.

Poco a poco el vehículo felino se fue llenando hasta que los únicos en faltar fueron el defensa Josecarlos Van Rankin y el técnico José Luis Trejo, éste último objeto de los insultos de los fanáticos presentes.

“¡Tengo toda la pu… noche!”, gritó incesantemente un aficionado universitario al ver que el timonel no salía del vestidor.

Los minutos siguieron pasando y fue hasta las 23:14 horas que Trejo apareció y abordó el camión, no sin antes recibir más insultos y exigencias de renuncia las cuales ignoró por completo, pues antes de subir al transporte se limitó a persignarse.

Así, entre caras largas y pesadumbre, los auriazules dejaron el Nou Camp, donde una vez más fueron derrotados en la Liga y arrastraron el prestigio de la institución, que no ha visto su suerte en los últimos torneos y de no haber un cambio parece que va a seguir así por un tiempo.