Con las herramientas necesarias

Ana Gabriela Rezc

Agencia Reforma

Ser parte de un taller de robótica abre un mundo de posibilidades a los niños, pues además de permitirles interactuar en equipo con componentes industriales, les otorga varias herramientas útiles para su futuro.

Esta actividad fomenta el razonamiento abstracto, la tolerancia a la frustración y la capacidad de resolver problemas desde temprana edad, comenta Bárbara Gómez, directora en México de FIRST (For Inspiration and Recognition of Science and Technology), organización que promueve programas de tecnología, innovación e ingeniería.

“Pueden iniciar a los seis años, pues existen ligas para niños de esa edad, y continuar si lo desean hasta cumplir los 18 años, con lo que reforzarán lo aprendido”, explica.

En este ambiente no sólo repasan matemáticas, física y mecánica, añade Lucía Uribe, coordinadora de robótica del grupo Leones del Colegio Cristóbal Colón, sino que aplican esos conocimientos a retos con un alto impacto social, pues programan robots y desarrollan aplicaciones para cumplir determinadas tareas de apoyo y rescate.

Por otra parte, Homero García, instructor de ingeniería del equipo de robótica de la preparatoria del Tec de Monterrey, Tamán Keet, destaca que incluso si la personalidad del niño es más introvertida,

participar en este tipo de talleres resulta útil para adquirir confianza y liderazgo.

A decir de Héctor Saldaña, director comercial de Robotix -escuela de educación tecnológica con ocho años de experiencia y más de 24 mil niños instruidos-, los pequeños que se adentran a esta disciplina estarán a la vanguardia.

Especialistas coinciden en que es imprescindible estudiar robótica, tal como fue hace unos años la computación.

“Es igual que computación hace 30 años, no solamente para las personas, sino ya es parte fundamental para la educación de los niños. La robótica les da una serie de herramientas que requieren ahorita y que les van a servir mucho más a lo largo de los años”, comenta Gómez de FIRST.

En los 10 años que lleva FIRST en el País ha tenido una aceptación muy positiva, no sólo entre los alumnos al tener una tasa de retención del 94 por ciento, sino también porque, de tener 24 equipos, hoy hay más de 600 inscritos en toda la República.

La práctica hace

al maestro

En esta disciplina querer es poder, pues para participar no es necesario que los chicos tengan experiencia en la materia ni conocimientos previos, sólo requieren de toda la disposición por aprender.

Así lo platica Manuel Carbajal, quien desde los seis años ha estado inscrito en distintos talleres de robótica y hoy es coach titular del equipo del Centro Escolar Cedros, que en su décimo aniversario se convirtió en campeón mundial.

Tras haber vivido experiencias inigualables que le permitieron competir en torneos nacionales e internacionales por varios años consecutivos, Carbajal comenta que al cumplir la mayoría de edad quiso continuar como tutor para compartir lo adquirido.

“Es increíble ser ahora profesor y guiar a los niños, quienes son los que hacen el trabajo completamente. Lo padre es que ellos deciden qué hacer y tú nada más los vas asesorando y orientándolos para que su trabajo quede mejor”.

Asimismo, destaca la importancia de que los papás apoyen a los pequeños en su inquietud de incursionar en este tipo de actividades y confíen en los beneficios que brindan para su carrera profesional.

“Quieren que los niños sean activos y hagan más cosas cuando, de todos los talleres que hay en la escuela, el de robótica es el único en el cual todos los niños pueden ser profesionales. Si un niño así lo decide puede ser un ingeniero, puede ser un matemático, puede ser mil cosas”.

Tal es su caso, pues hoy está por concluir la carrera de Ingeniería en Innovación y Diseño en la Universidad Panamericana, a la que entró con muchos conocimientos sobre la industria y reconocimiento internacional.

Como menciona Gómez de FIRST, ese es otro de los objetivos de este tipo de programas, mismos que les brindan a los participantes una gran ventaja cuando aplican para estudiar en instituciones de educación superior de prestigio, incluso en el extranjero.

“Los chicos de robótica, cuando van al MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) y meten su solicitud, a la hora que ponen que estuvieron en FIRST eso ya los pone del otro lado, porque saben que han estado en un equipo, encima de robótica, y que han resuelto retos que no conocían diseñados por expertos de la NASA”.

“Los niños son el futuro, y si desde pequeños se les fomenta la ciencia y la tecnología, con el interés y la dedicación, pueden llegar a ser lo que ellos quieran”.

Manuel Carbajal, coach titular del equipo de Robótica del Centro Escolar Cedros

Un taller para todos

Es probable que, cuando se escuche la palabra Robótica, se piense en temas “clavados”, dirigidos a especialistas en el tema y sólo a los hombres. Los especialistas detrás de los cursos en varios colegios desmitifican esas creencias.

El mito: Las clases son aburridas

Contrario a lo que se pudiera pensar, las actividades son muy lúdicas y fomentan la interacción entre los niños, platica Lucía Uribe, coordinadora de robótica del grupo Leones del Colegio Cristóbal Colón.

“Mucha gente no lo cree, pero es un taller que también desarrolla habilidades sociales. Tú lo ves, los chicos son divertidos, la pasan bien, la gozan, aprenden y les gusta estar aquí”, platica.

El mito: Está dirigido a futuros ingenieros

Carlos Loyo, mentor del grupo de Leones del Colegio Cristóbal Colón, afirma que a través del involucramiento en el desarrollo tecnológico, a los niños también se les deja una gran enseñanza sobre cómo controlar el estrés y sobresalir ante cualquier situación.

“Quizás no todos van para la carrera de ingeniería, pero es un buen complemento que genera razonamiento abstracto, útil para resolver problemas de la vida diaria”, dice.

El mito: Es sólo para hombres

Fátima Llovet, encargada del taller de robótica del Colegio Yaocalli, comenta que la robótica ha tenido buena aceptación en la institución privada para mujeres.

“Hay más niñas interesadas y lo que me gusta es que no son solamente las nerds, sino que de distintos perfiles se interesan.

2Cuando vamos a los torneos y mundiales, como hay pocos equipos de niñas, la mayoría nos anima y es muy gratificante ver cómo también ellas pueden solucionar problemas y convivir con los demás equipos”.