Segundo aire

Víctor Alemán

Agencia Reforma

Los corredores de alto rendimiento experimentan una sensación energizante en donde después de correr durante varios minutos pareciera que reciben una inyección de adrenalina que les permite correr una mayor distancia con menor esfuerzo.

A esta sensación que también se experimenta en otros deportes, se le conoce como segundo aire. En la industria automotriz y en particular en el segmento de sedanes medianos se vive una carrera intensa por la preferencia de los consumidores. El Camry de Toyota después de varios años de existencia en el mercado parece experimentar precisamente esto.

El sedán mediano de la marca japonesa recibe una dosis de elementos que lo hacen ver más joven para continuar la sólida batalla con veteranos como el Honda Accord o Ford Fusion y jóvenes promesas como el Mazda6 y Hyundai Sonata.

Los elementos más notorios son su nuevo frente, donde domina una parrilla de mayores dimensiones así como un llamativo juego de faros que fluyen hacia los costados en forma envolvente.

El cofre deja de ser plano y ahora luce formas que se asemejan a hombros que agregan volumen al frente del auto. En la parte inferior del frente destacan dos filas de luces LED que se combinan con las luces direccionales en ámbar.

En la parte trasera el Camry estrena luces en forma horizontal cuyas líneas invaden el área de la cajuela. En esta parte luce en la versión XSE un discreto alerón que complementa los esfuerzos de Toyota para hacer del Camry algo más interesante a la vista.

Por dentro y en especial en la versión XSE que tuvimos oportunidad de probar, el cambio es más notorio al utilizar materiales de mejor calidad al tacto y vista como por ejemplo las costuras en los asientos y volante, y el material tipo Alcantara en las puertas.

Al centro destaca una pantalla táctil de 7 pulgadas donde se despliega información del sistema de entretenimiento así como para la cámara de reversa.

Los cambios van más allá de lo estético ya que este sedán cuenta con una suspensión recalibrada que ofrece un manejo más firme y menos anestesiado como lo era anteriormente. Hay que recordar que en este segmento la mayoría de los compradores optan por este tipo de suspensiones más orientadas al confort que a la agilidad.

Otro cambio está en la dirección la cual es eléctrica y también fue recalibrada para ofrecer mayor comunicación entre el camino y el volante.

Bajo el cofre se mantiene el uso de los motores 4 cilindros 2.5 litros de 178 caballos y 6 cilindros 3.5 litros de 268 caballos así como la transmisión de 6 velocidades convencional y no continuamente variable, lo que de acuerdo con la marca japonesa, mantiene las cosas más eficientes y confiables.