Obama hizo lo correcto para mejorar nuestro sistema migratorio

Por la Senadora Patty Murray

Seattle, Washington. Las familias indocumentadas son parte importante de nuestras comunidades en el estado de Washington y en todo el país. La mayoría de estas familias trabajan arduamente y pagan sus impuestos, inscriben a sus hijos en escuelas estadounidenses y forman parte importante del tejido de nuestra sociedad. Pero aún sin la documentación adecuada o una manera de convertirse en ciudadanos estadounidenses, son estadounidenses en todo menos en nombre.

La necesidad de una reforma migratoria no es un asunto teórico.

Es un asunto que impacta a las familias. Impacta a los negocios. Impacta nuestra seguridad nacional. Y en verdad, simboliza lo que representamos como nación.

Con la esperanza de reparar nuestro roto sistema migratorio, inmigrantes y activistas han luchado, esperado y orado por años para que el sistema político de nuestro país eventualmente funcione y modernice nuestras leyes.

Pero una y otra vez, el sistema ha fracasado, por lo que el mes pasado el Presidente Obama decidió usar su autoridad ejecutiva para mejorar nuestras leyes migratorias.

Gracias a las acciones del Presidente Obama, más de cuatro millones de hombres y mujeres indocumentados podrán salir de las sombras y vivir vidas libres del miedo a ser deportados.

Estos hombres y mujeres podrán proveer para sus familias más fácilmente, contribuir a sus comunidades y seguir trabajando. Estas acciones harán más seguras a nuestras comunidades, y ayudarán a los policías a hacer su trabajo y enfocar su atención en criminales que representan un peligro para las comunidades. Pero quiero ser clara: las acciones del Presidente Obama no son una solución permanente para arreglar nuestro roto sistema migratorio. La única manera de arreglar nuestro sistema migratorio permanentemente es mediante una reforma migratoria integral como la que fue aprobada por el Senado hace ya más de 500 días. Desafortunadamente, el Presidente de la Cámara Boehner y los republicanos del Tea Party se han rehusado a poner la reforma migratoria del Senado a votación en la Cámara de Representantes, a pesar de que sabemos que sería aprobada. Hasta que el Congreso no apruebe una reforma migratoria, la acción ejecutiva es un importante primer paso para mejorar nuestra economía y proteger a millones de personas de leyes injustas.

Como dije en el pleno del Senado el mes pasado, esta acción ejecutiva es tan sólo un curita, pero es mejor que nada. Y los republicanos de la Cámara no están ofreciendo nada. Este es momento para celebrar un importante paso hacia una reforma permanente y un alivio para millones de familias, pero también es momento de recordar que millones de familias indocumentadas aún no tienen opciones.

En el Estado de Washington esto significa que todavía hay miles de inmigrantes indocumentados que viven con miedo de ser arrestados y deportados simplemente por ir a trabajar todos los días.

Y mientras ese sea el caso, no descansaré hasta que aprobemos una reforma migratoria integral.

A medida que hemos debatido una reforma migratoria en los últimos años, recuerdo lo que el Presidente John F. Kennedy escribió sobre nuestra identidad como una nación de inmigrantes. Él escribió: “La política migratoria debería ser generosa; debería ser justa; debería ser flexible… Con una política como esa podríamos ver al mundo y a nuestro pasado con manos limpias y una conciencia limpia”. Esas palabras son tan verdaderas hoy como lo fueron cuando Kennedy las escribió hace varias décadas. El Presidente Obama ha hecho lo que puede para honrar ese estandarte, pero ahora tenemos mucho que hacer en el Congreso.

Patty Murray es Senadora por Washington en el Senado de los Estados Unidos. Ha apoyado una reforma migratoria por muchos años y lideró los esfuerzos para aprobar una reforma migratoria en el Senado de los Estados Unidos.