En sitios exclusivos, los ricos desplazan a los pobres

NICHOLAS RICCARDI,

Associated Press

ASPEN, Colorado, EE.UU. (AP) — Al principio Loly García no tenía que viajar mucho a sus trabajos en hoteles caros de este exclusivo centro de esquí. Compartía un pequeño departamento de un ambiente con su padre, su hermano y un primo tras llegar de El Salvador hace más de 20 años.

Pero cuando se casó quiso tener una vivienda propia y tuvo que mudarse a una localidad 37 kilómetros (23 millas) al oeste, donde reside en una casa rodante a la que se llega después de atravesar una zona llena de tierras que no están siendo usadas y de mansiones cuyos dueños visitan un par de semanas al año.

No aguantó tanto viaje y decidió trabajar en un sitio donde gana mucho menos, pero más cercano a su casa. “Me pasaba diez horas a la semana viajando. Era como trabajar un día extra”, comentó García, quien tiene 49 años. “Es duro vivir aquí”.

La línea divisoria entre los que tienen y los que no en Aspen refleja otro fenómeno que separa a los ricos y los pobres en el resto del país: Los ricos se hacen más ricos mientras que el resto de la población lucha por sobrevivir. La división en Aspen es económica y también geográfica. La gente que limpia las casas donde los ricos pasan sus vacaciones, que cuida sus jardines y que trabaja en los hoteles debe encontrar alojamiento en parques para casas rodantes o en complejos pequeños donde se amontonan muchas personas en espacios reducidos, decenas de kilómetros hacia el oeste. Los afortunados –aproximadamente la mitad de los 6.700 residentes permanentes de Aspen– consiguen unidades ofrecidas por un programa de viviendas inusualmente baratas que, en el mercado abierto, costarían millones de dólares cada una.

Residentes que se las ven en figurillas para encontrar una vivienda que puedan costear ven como cada vez más casas terminan en manos de gente que pasa allí solamente las vacaciones, en las que casi nunca hay nadie.

Armada de una disposición por la cual todo nuevo proyecto de construcción debe incluir viviendas de bajo costo, la municipalidad permite a toda persona que trabajó al menos un año en Aspen alquilar o comprar viviendas a precios bajos.

Médicos y abogados que tampoco tienen dinero para pagar los precios exorbitantes de las propiedades también se acogen a esos programas, igual que carpinteros y plomeros.