Acercalos a sus metas

Diana Lucía Álvarez

Agencia Reforma

“Voy a ser directora de Cine”, me dijo mi hija de 9 años hace varios meses.

En Navidad pidió un kit de dirección de cine: una silla plegable, una cámara de juguete, una gran claqueta y un micrófono. Estaba feliz, pues ya podría grabar el guión que había escrito.

El día de la entrega de los premios Óscar se puso un vestido de fiesta y pidió que le sirviéramos jugo en una copa. “Vamos a celebrar”, dijo, “estoy segura que ganará el mexicano”.

Esa escena me recordó otra, hace tres años, con mi hija mayor, quien tenía 10 años. Veíamos la transmisión de las Olimpiadas de Londres 2012. “Mira mamá,

una mexicana.”, dijo mientras miraba la competencia de Tiro con Arco.

Celebró las medallas de plata y bronce que ganó México, de la mano de Aída Román y Mariana Avitia.

En Navidad un arco, doce meses después ganó dos medallas, oro en mixto y plata en equipo, en el Campeonato Nacional de Interiores y después una medalla de oro por equipos en el Campeonato Nacional de Exteriores, con la camiseta de la UNAM.

Recordé otro momento, cuando de niña, en 1978, vi a México perder en el Mundial de futbol en Argentina.

Nos ganó Túnez 3-1, Alemania 6-0 y Polonia 3-1. Era fanática del futbol y la decepción era grande.

Luego, el equipo mexicano no pudo clasificarse a España 1982. Pensé que los mexicanos no sabíamos ganar y me desconecté del futbol.

Hoy mi hija mayor quiere ir a la Olimpiadas. Hemos hablado con ella y sabe que es una apuesta difícil, que necesita dedicación, esfuerzo, aprender a superar sus miedos y fracasos, a competir contra ella misma, a controlar el estrés y, sobre todo, a ser leal al competir.

Ese deseo está guiando su disciplina y templando su carácter. Hace unas semanas la pequeña me pidió que le ayudara a revisar el guión que escribió.

Le comenté que debe mejorarlo. Además, le expliqué todo el proceso creativo y técnico que implica hacer una película. Me confesó que estaba ahorrando porque hacer una película era caro y tardaba mucho.

“Pero es muy emocionante, mamá. me gusta porque tienes que saber de muchas cosas, de actuación, de diseño de modas, de música y lo mejor. tienes que escribir”.

No sé si mi hija menor se dedicará al cine, como afirma hoy.

Lo fundamental es que, en etapas decisivas para su formación, hubo dos eventos que les dejaron un mensaje: no hay límites, puedes ganar en cualquier lugar del mundo si tienes talento, disciplina y pasión. Ser mexicano no te limita.

Es posible que no sea fácil, que la industria fílmica nacional está mal o que los apoyos para las deportistas sean limitados.

Pero si alguien pudo lograrlo, ellas también pueden.

Para los niños es importante tener referencias de logro, de esfuerzo y disciplina que les sean cercanas y actuales.

Puede ser en cualquier disciplina científica o deportiva, en alguna actividad cultural, recreativa o social. Aunque nunca me imaginé que mis hijas estuvieran interesadas en estas áreas, lo que nos toca como padres es apoyar

su esfuerzo y generar el ambiente propicio para que descubran y desarrollen su vocación y pasión, cualquiera que sea.