Los deja Ricky sin voz

Daniel Garibay

Agencia Reforma

Ricky Martin descendió de las alturas del Auditorio Telmex, donde ofreció el primero de dos conciertos de su “One World Tour 2015”, para provocar eufóricos gritos de 9 mil personas quienes simplemente gozaron ver bailar y cantar al anfitrión de la noche, quien las conquistó con su sonrisa, su galanura y su ángel. Pero quienes no dejaron de admirar a papá, desde uno de los palcos del lugar, fueron Mateo y Valentino. Ellos estuvieron sentados junto con sus niñeros y algunos elementos de seguridad, y comiendo palomitas y dedos de pollo, para no perder detalle de lo que ocurría en el escenario entre luces de todos colores, bailes marcados y temas rítmicos. “¿Qué pasa Guadalajara?”, preguntó Kiki, como le dicen las personas más allegadas al boricua, cuando ya había lanzado “Mr. Put It Down” y “This Is Good”. Con sus movimientos de cadera, saltos, brazos al aire y sus ocho bailarines contagió al público en “Shake Your Bon-Bon” a dejarse llevar por el ritmo de la fiesta latina que armaba. Sin embargo, el recinto retumbó en “Adrenalina”, cuando el artista de 43 años anunció a Wisin para hacer una potente mancuerna donde “la rumba” incitó a gran parte de la audiencia a saltar y comenzar a sudar en una velada que destacaría por los movimientos dancísticos de todos los presentes. Antes de “Tal Vez”, de la inspiración de Franco de Vita, Ricky se golpeó el pecho y agradeció a sus fans por acompañarlo en este recital, que tuvo pantallas LED, pilares de luces robóticas y más de cinco cambios de vestuario; además de tener ocho músicos y un corista en escena. “Muchas gracias por estar aquí, la primera noche de dos, en esta tierra tan especial. Voy a dejar mi alma en el escenario. Esta noche quiero que estemos dispuestos a sentir, a bailar y quiero que nos vayamos todos sin voz”, lanzó Martin, “quiero que seas simplemente tú Guadalajara, sin tabúes”. En la audiencia, que en su mayoría fue femenina, hubo gente de Estados Unidos y varios lugares del País, quienes aplaudieron y gritaron al ver a su ídolo parado y moviendo su cuerpo de manera sensual sobre un auto clásico en “Livin’ la Vida Loca” y se emocionaron en “Asignatura Pendiente”, que fue captada en celulares y cámaras digitales. Las gargantas de la audiencia se desgarraron al cantar clásicos como “Tu Recuerdo”, tema que originalmente canta con Chambao, después “Disparo al Corazón”, de su nuevo álbum, y el momento clímax sucedió con un popurrí “improvisado” que incluyó “Y Todo Queda en Nada”, “Fuego de Noche, Nieve de Día” y “Vuelve”. Y, como deseó al inicio de la velada, la gente parecía perder la voz de tanto cantar, brindar, saltar, bailar y acompañar a Ricky Martin en una noche de total entrega.