Cuba autoriza a primeros inversores

Por ANDREA RODRIGUEZ,

Associated Press

MARIEL, Cuba (AP) — Siete empresas recibieron aprobación para instalarse en el puerto de Mariel y la zona industrial aledaña, una señal de que el proyecto de mayor envergadura económica de Cuba podría finalmente arrancar.

“Estamos en el mes de julio y hemos aprobado a razón de casi una empresa por mes”, dijo a The Associated Press en entrevista exclusiva Ana Teresa Igarza, directora general de oficina de la Zona Especial de Desarrollo de Mariel.

En un futuro también podrían establecerse por primera vez en medio siglo las empresas estadounidenses que ya mostraron interés concreto en venir a Mariel de la mano de un acercamiento diplomático entre Washington y La Habana.

Ubicado a unos 50 kilómetros de la capital, el puerto de Mariel con sus 17,9 metros de profundidad reemplazará al de La Habana que no pudo ser ampliado mientras la zona aledaña se convertirá en un polo de desarrollo.

Un recorrido de AP por el puerto y la zona de desarrollo notó los progresos en unas 4.500 hectáreas de lo que se denominó sector A, el primero en ponerse en marcha. A lo largo del camino hay camiones aplastando tierra para el asfaltado, excavadoras trabajando y se construye una explanada para la instalación de las dos primeras fábricas, una española de bebidas y otra mexicana de cárnicos. Más allá se ve el muelle del puerto, de sus 700 metros de largo, y las cuatro grúas utilizadas para levantar los miles de coloridos contenedores acumulados formando largos pasillos. También se alistó una línea de tren que servirá tanto para la carga como para el traslado de los trabajadores.

Según Teresita Trujillo, especialista de la oficina de la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, se espera generar unos 70.000 empleos. Actualmente hay 328 trabajadores propios del área a los que se suman 4.000 que temporalmente laboran en la construcción. Aunque el puerto se inauguró en enero de 2014 y la norma que regula la actividad -y por la cual se dan facilidades fiscales y aduaneras- fue publicada en 2013, no fue hasta fines de 2014 que se aprobó la primera empresa. “El ritmo que estamos teniendo es el que se había previsto desde un inicio”, dijo Igarza para quien se avanzó “sin prisa pero sin pausa”, la misma frase que usó el presidente Raúl Castro para contestar las críticas de los que urgían apurar las reformas. Para Igarza no se trata de desinterés de los inversores o exceso de selectividad cubana. “A la fecha hay más de 400 empresas que han contactado a la oficina”, expresó.

“Los primeros (inversores) son los más difíciles, cuando éstos comienzan a invertir con más agilidad lo van haciendo los otros, pero hay una etapa de acercamiento”, explicó. De esas 400 compañías foráneas, unas 25 completaron la documentación, comentó la directora.

Sin embargo, observadores consideraron que la vulnerabilidad económica de la isla requiere mayor rapidez en la puesta en marcha.