Por el Dr. Doug Pepple

y el Dr. Jared Anderson

Everett Clínic

Ahora que el sol está saliendo más temprano, usted podría estar listo para perseguirlo. Sin comenzar con el pie derecho, sin embargo ya que los pequeños errores podrían llevarle a grandes problemas.

Corra suavemente.

Los corredores pueden aterrizar con una fuerza de hasta tres veces su peso corporal. Correr con una pisada más silenciosa reduce la carga y disminuye el riesgo de fracturas por estrés. Si usted es un corredor alto, es posible que esté aterrizando con las piernas rígidas en lugar de utilizar sus articulaciones como amortiguadores naturales.

Apunte sus rodillas “hacia adelante” cuando corra.

Coloque una etiqueta adhesiva de color en el centro de cada rodilla, y luego haga que un amigo le tome un video en frente de usted mientras corre (así podrá observarse a sí mismo cuadro por cuadro) o corra en una cinta de correr delante de un espejo. Si sus rodillas se inclinan hacia el interior o giran hacia el interior, sus rodillas están en riesgo de falta de tracción (síndrome patello femoral) y los músculos inferiores de la pierna están en riesgo de exceso de trabajo (calambres en las piernas). Mejora tu fuerza glútea (por ejemplo haciendo tijeras en posición lateral ) tirando de los muslos hacia afuera y alineaando mejor las rodillas entre las caderas y los tobillos.

Mantenga espacio entre los pies.

Si sus pasos son lo suficientemente cerca como para correr sobre una cuerda floja, usted está en un mayor riesgo de síndrome de la banda de IT (excesiva fricción entre su banda IT y la rodilla) y el síndrome patelofemoral.

Correr sobre tierra y revisar sus huellas, o hacer que un amigo tome un video de su corrida, puede ayudarle a identificar si usted tiene por lo menos un par de pulgadas entre los talones.

Aterrice con los pies por debajo.

La sobrezancada (paso muy largo) para aumentar su velocidad puede aumentar dramáticamente el impacto en las articulaciones. Esto también disminuye su eficiencia cuando corre.

Aterrizar con los talones en frente de tus caderas (centro de gravedad) crea un movimiento de “stop-start” con cada paso, dando lugar a principios de la fatiga muscular y alteraciones a su forma de correr.

Calzado

Por último, asegúrese de cambiar sus zapatos cada 300 millas o cada seis meses, lo que ocurra primero.