Liquida Nico Castillo al Tricolor

Edgar Contreras

Agencia Reforma

El México-Chile ya no se entiende sin algún verdugo. Anoche, Nicolás Castillo consumó la tragedia.

El ex de Pumas sufre por la falta de continuidad en el Benfica, pero apenas pisó una cancha mexicana y vacunó a Hugo González al 89’, como si fuera a propósito para que a los Tricolores les doliera más el poco tiempo para la reacción, en la caída 1-0 en La Corregidora.

Esta vez no hubo 7-0 y los fantasmas ni se asomaron. El técnico del Tri dijo que no habría miedo y sus jugadores lo respaldaron, más allá de esa trágica jugada en la que Hugo González soltó la pelota tras el disparo de Castillo, tan desafortunada que el portero abandonó la cancha inmovilizado del brazo derecho.

Nico llevaba 12 minutos en la cancha. Chile requería tanto el oxígeno de una victoria como Alexis Sánchez y Arturo Vidal minutos en la cancha, por eso el del Manchester United y el del Barcelona jugaron todo el partido.

La historia se niega a mostrarle su lado amable al Tri cada que La Roja está enfrente. Quizá pudo ser diferente si minutos antes Jürgen Damm mostrara la determinación que le sobró a Castillo en aquella jugada en la que por no disparar de primera intención sólo consiguió un tiro de esquina.

Pero no fue de a gratis el que Ricardo Ferretti clamara por la paciencia a este grupo, que dejó buenas sensaciones.

Hugo González podrá guardar para su colección dos fenomenales atajadas: un tiro de Junior Fernandes y un cabezazo picado de Ángelo Sagal. Érick Gutiérrez, los brillantes pases, uno de los cuales no se convirtió en asistencia debido a Damm. Hirving Lozano y Jesús Corona exhibieron esa picardía que los abandonó hace un par de años en la Copa América, enloqueciendo a Mauricio Isla y a Alfonso Parot.

México jugó de tú a tú desde el planteamiento, incluso al pelear las divididas, qué mejor muestra que la jugada en la que González se lesionó o las dos barridas con las que Marco Fabián cortó un pase y un tiro de Vidal. La línea defensiva del Tricolor estuvo parada casi en la media cancha, evitando que el “Rey” o Alexis vieran de frente a González.

El rival también ayudó a que el partido fuera abierto, a matar o morir, una apuesta muy riesgosa si del otro está un killer como Castillo.