Joani Cruz

Agencia Reforma

América festejó su pase a los Octavos de Final de la Copa MX en el primer partido pitado por Edgar Ulises Rangel Araujo en el Estadio Azteca.

Desde su nombre llevaba una responsabilidad grande, tanta como la cargaba su padre Edgar Ulises Rangel Pérez, también silbante y quien falleció en julio de 2002 en un accidente automovilístico.

Rangel Araujo, quien perdió a su padre a los 11 años, impartió disciplina en el duelo en el que América venció 3-1 a Dorados por la Fecha 5 de la Copa MX.

El silbante, de 27 años de edad, se paró con personalidad en la cancha del Estadio Azteca, y eso que apenas pitaba su segundo partido en este torneo, el duelo era bravo porque las Aguilas y el Gran Pez se jugaban su pase a Octavos de Final. Nada a lo que su padre no estuviera acostumbrado.

Edgar Ulises caminó tranquilo gracias a que, en parte, Miguel Herrera no estaba en el banquillo local, suspendido por sus aspavientos en el duelo anterior contra Veracruz.

Aún así, el “Piojo” le dio minutos a elementos clave en la Liga MX, pero que no han tenido un buen desempeño o sufrieron alguna lesión.

Es por ello que el colombiano Matheus Uribe, el ecuatoriano Renato Ibarra y el argentino Cristian Insaurralde fueron titulares y de hecho los dos primeros jugaron todo el partido.

Pese a la confianza, los goles llegaron por otros conductos, el primero desde los pies de Henry Martín en el minuto 2, y tras ese tanto cayeron las anotaciones de Bruno Valdez en el 14’, el descuento de José García Alberto en el 37’ para Dorados, y finalmente el gol de Cecilio Domínguez en el 91’, para el 3-1 final.

América llegó a 10 puntos y esperará a que Cruz Azul, Tijuana y Pachuca no sean capaces de rebasarlo en la diferencia de goles y en el caso de los Tuzos, en puntos. El liderato asegura jugar en casa el resto de la competencia.

En tanto que, Rangel Araujo pitó bajo una lluvia torrencial, sacó cuatro tarjetas amarillas y puso en cintura a Diego Lainez. Un día para recordar a papá.