Félix Zapata

Agencia Reforma

-Guillermo Allison abandonó el Estadio Azteca con los ojos vidriosos.

Al portero de Cruz Azul se le quebraba la voz instantes después de disputar su primer partido como local en el Coloso de Santa Úrsula, el 2-2 ante Atlas por la Copa MX.

El guardameta se equivocó en los 2 tantos de los Zorros, con lo que La Máquina se quedó con ganas de ligar 2 triunfos en el torneo copero.

“La gente tiene todo su derecho de exigir, están en todo su derecho de opinar lo que le parezca mejor, al final de cuentas yo trabajo para mí y sobre todo para el equipo, y para la gente que apoya”, explicó Allison al final del cotejo.

“No tengo ningún problema con la gente que viene y grita y se mete conmigo, no pasa nada”.

Al arquero no sólo lo abuchearon, también gran parte de la afición local, de los casi 10 mil que se dieron cita, le gritaron el ¡Eeehhh Putooo!, que suele ir dedicado al portero rival.

“Es parte del ambiente del estadio, pero no pasa nada, la gente viene a divertirse, a desahogarse, a ver a su equipo ganar y a exigir”, agregó Allison.

La Máquina ganaba con goles de Milton Caraglio y Roberto Alvarado, pero los seguidores celestes no le perdonaron a su guardameta los errores en los goles, al no saber desviar un pobre disparo de Raúl Rivero, quien luego haría el segundo de cabeza, cuando el portero controló el balón detrás de la línea de gol.

“Estamos con él al 100 por ciento, es un compañero que trabaja bastante duro y lo apoyamos siempre, la afición es libre de opinar”, apuntó el volante Édgar Méndez.

Sea como sea, Guillermo Allison vivió su primera noche triste en el Estadio Azteca, ésas que sufrió varias veces en el Azul.