Staff

Agencia Reforma

Después de los efectos inmediatos que provocó el sismo del 19 de septiembre, Enrique Olvera busca que su ayuda sea más duradera. La antigua locación de Pujol en Petrarca, será una cocina central que proveerá alimentos a albergues y personas afectadas.

“Creo que ahora ya pasamos de la crisis del desastre a una de desplazados y me parece muy importante apoyar para suavizar ese problema”, comentó Olvera a Forbes durante una entrevista en Nueva York.

Durante los primeros días, el equipo preparó tamales y alimentos para quienes más lo necesitaron. Ahora están equipando el lugar para convertirse en una cocina central que permanecerá abierta durante varios meses para poder enviar comida a los albergues.

“Creo que todos tenemos que ser mejores ciudadanos, pedir cuentas al gobierno, fiscalizar el uso de los recursos y apoyar con donaciones a las organizaciones que cada uno de nosotros crea que tiene un impacto en el desastre y en la reconstrucción”, comentó.