Le cuesta ser Fernández

Lorena Corpus

Agencia Reforma

Si alguien sabe que en el medio artístico no todo es brillo y que para triunfar se requieren sacrificios, es Álex Fernández Jr., quien ya experimentó personalmente los efectos que trae consigo la fama.

“Yo lo viví. Mi papá es muy buen padre, se pasaba mucho tiempo con nosotros, pero por el trabajo viaja muchísimo”, reconoció el joven cantante en entrevista telefónica.

“Para poder trabajar, él duerme durante el día para estar despierto toda la noche, entonces cuando venía, por lo regular dormía todo el día. Cuando él despertaba, yo ya estaba dormido o me iba a la escuela”.

Por eso mismo asegura que no le afectó mucho el divorcio de sus padres, Alejandro y América Guinart.

“Siempre mi papá estaba trabajando, pero el tiempo que pasaba con nosotros era espectacular. Cuando se separaron no noté la diferencia”, afirmó el joven.

El cantante, de 25 años y 1.80 metros de estatura, señaló que es mucho más difícil para él empezar una carrera por ser hijo de “El Potrillo” y deja claro que estar en las botas de los Fernández no es sencillo.

“Es más difícil tener éxito siendo hijo de alguien como mi papá, y más siendo nieto de alguien como mi abuelo. Siempre la expectativa es una gran responsabilidad.