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Agencia Reforma

Con el corazón tan lleno del cariño del público, como tenía el vientre cuando interpretaba al señor Barriga, Édgar Vivar salió ayer en la Conque para recibir un homenaje por su trayectoria.

“¡Tenía Que Ser El Señor Barriga!” se llamó el homenaje, que convocó a cerca de 400 fans del histrión, cuya presencia le confirmó que acertó al dejar su carrera como médico para interpretar al personaje en la serie El Chavo del 8.

“Fue la decisión más grande que tomé en mi vida. Cuando comenzó a internacionalizarse, llegó una gran responsabilidad, porque estábamos de gira frecuentemente y bajaba mi rendimiento. Tenía que escoger entre ser un actor mediocre o un médico mediocre y elegí la primera.

“En mi casa no lo tomaron muy bien, no les agradaba demasiado la idea, pero mi padre antes de morir me dijo que al final entendió que no me equivoqué al tomar ese camino”, aseguró Vivar en entrevista.

Desde que subió al escenario, la gente le aplaudió de pie y el actor jamás perdió de la cara la emoción de agradecimiento con el público, ni siquiera ante las preguntas de René Franco, director general de la Conque, y Luis Gantú, director de contenidos.

“Como doctor…, ¿nunca pensaste que te podía causar daño permanente tanto pelotazo?”, fue la pregunta de Franco que hizo estallar las risas de los presentes.

La respuesta de Vivar regresó la seriedad cuando contó que se rompió un codo en una de sus caídas actorales para la película de El Chanfle 2, aunque recordó el momento con humor.

Sus actuaciones con Chespirito no son las únicas que el público estima y eso se lo hizo saber el monero Chubasco, que subió al escenario para darle una acuarela con todos sus personajes, incluyendo a los que dio solamente voz.

Vivar juntó las manos para agradecer a los asistentes y de despidió mientras salía con más aplausos de fondo.

Tiene cierre colorido

Guerreros, monstruos, demonios y hasta un príncipe encantado que termina convertido en una bestia fueron la principal atractivo ayer, en la última jornada de la Conque.

Vestidos como replicas de personajes de videojuegos, cómics, películas y caricaturas, nueve cosplayers de diferentes puntos de la República llenaron el Teatro Metropolitano para mostrar su pasión ante cerca de mil personas.

Durante una hora, los participantes que habían sido seleccionados entre todas las propuestas que recibieron los organizadores, pasaron al escenario no sólo para mostrar sus trajes, sino para hacer escenas representativas que sólo los fans reconocieron.

Los aplausos no faltaron para ninguno, pero al final se coronaron como ganadores, por decisión de cuatro jueces, personajes del animé Guerreras Mágicas, y los videojuegos Shadow Of The Colossus y Monster Hunter.