Accidentes de tránsito: más frecuentes de lo que pensamos

Por Sylvia Cabrera,

Lic. en Derecho, UIA, CDMX

Cada 4 minutos se registra un accidente de auto en el estado de Washington1

Actualmente las probabilidades de que nos ocurra un accidente de tránsito se han incrementado, principalmente como consecuencia de un aumento en el número de distracciones a las que como conductores estamos expuestos. En 2017 las distracciones al conducir un automóvil fueron la primera y la segunda causa de accidentes registradas en el estado que ocasionaron lesiones graves y pérdidas humanas, respectivamente.

Estadísticamente, los accidentes de tránsito ocurren con mayor frecuencia entre jóvenes de 16 a 25 años de edad, con lo cual nuestros seres queridos más vulnerables están expuestos a situaciones que normalmente no cruzan por nuestra mente. Curiosamente, la incidencia de accidentes de este tipo es mayor los sábados, con lo cual debemos buscar formas para protegernos, cuidar a nuestras familias y preservar nuestro patrimonio. Pero ¿cómo prevenir situaciones que pueden afectar seriamente a otros y tener consecuencias negativas para nosotros mismos, y qué hacer si tenemos un accidente y resultamos lesionados?

Un componente esencial de la prevención es la responsabilidad. Debemos responsabilizarnos por nuestro bienestar y el de nuestras familias, informándonos y observando las leyes del lugar en el que vivimos. Entre otras, respetar los límites de velocidad, utilizar los cinturones de seguridad, no conducir bajo la influencia del alcohol o drogas, ceder el paso, respetar a los peatones, verificar que nuestra licencia de manejo y registro vehicular estén vigentes, y obtener un seguro de auto acorde con nuestras necesidades y posibilidades.

Cumplir con estas sencillas reglas no siempre resulta tan fácil para todos. En ocasiones nos vemos afectados por el descuido o la negligencia de otras personas que, desafiando las consecuencias lógicas de sus acciones, conducen en estado de ebriedad, utilizan su celular o rebasan los límites de velocidad. Cuando nos encontramos en situaciones como esta y nosotros o algún ser querido resulta lesionado en un accidente, lo primero que debemos hacer es tratar de mantener la calma y buscar la asistencia de alguien que hable nuestro idioma. Recuerde que tratar de comunicarse en un idioma extranjero puede resultar confuso y demorar tanto la atención médica necesaria, como el esclarecimiento de lo ocurrido ante las autoridades pertinentes.

También es importante recabar toda la información que le sea posible, incluyendo fotografías del incidente. Escriba los detalles de lo ocurrido en cuanto le sea posible. Esto no sólo facilitará el trabajo de su aseguradora al inicio del reclamo, sino que hará más consistente y lógica su versión de los hechos si decide llamar a un abogado para interponer una demanda por lesiones personales y/o daños a su propiedad.

Es recomendable que consulte a su médico, ya que puede estar lesionado sin saberlo. Recuerde que restablecer su salud y la de sus seres queridos para volver a sus actividades cotidianas debe ser su principal objetivo. Existen infinidad de opciones para resarcir los daños materiales y buscar una compensación justa por sus lesiones. No deje para mañana lo que quizá más fácilmente puede resolver hoy.