Por Paco Díaz
Vivimos en un mundo complicado, cada vez con más necesidades de todo tipo. Los gobiernos no se dan abasto para poder cubrir lo que la gente requiere y poder tener una vida digna o hasta para sobrevivir. Esto hace que personas que desarrollan una gran conciencia social, tomen acción y que donen su tiempo o dinero para poder solventar estas grandes necesidades.
Existen muchas organizaciones que se dedican a ayudar a cubrir necesidades específicas, por ejemplo, en Seattle esta Casa Latina, donde hay programas gratuitos para aprender inglés, capacitarse para el trabajo, búsqueda de empleo y defensa de los derechos de los trabajadores. Para que funcionen este tipo de organizaciones, se necesitan recursos humanos y materiales, se necesita una estructura y un compromiso comunitario muy especial, pero sobre todo del apoyo de la gente que cree en su misión. Hay muchas organizaciones que tienen un propósito muy bien definido en diferentes temas, como lo hacen One America y Northwest Immigrant Rights Project en la lucha por los derechos de los migrantes; Sea Mar, Entre Hermanos, Gay City en el tema de salud; Para los niños, Encanto, El Centro de la Raza en lo que se refiere a educación, en otras muchas organizaciones sin fines de lucro. Es bueno tomarse el tiempo para conocerlas más y apoyarlas.
Quizá pensamos que porque ya hay quien está haciendo muchas cosas por los demás, ya no hay nada más que hacer. Si pensamos así, en ese momento tomamos un rol muy pasivo y solo intervenimos en este proceso de apoyo comunitario cuando somos nosotros las personas que recibimos ayuda, con esto nos estamos alejando de una gran responsabilidad moral-social con nuestros semejantes, además de dejar de disfrutar del placer de dar nuestro esfuerzo, de aportar a otros menos privilegiados.
Siempre hay una oportunidad de aportar nuestro tiempo, nuestro conocimiento, nuestras habilidades, nuestro dinero, pero no todos lo hacemos. En algunos casos quizá se piensa que si donamos dinero, habrá personas que se aproveche de esto, venimos de culturas donde la corrupción y el oportunismo hacen que no confiemos fácilmente en organizaciones u organizadores de programas sociales. Es importante involúcranos más con esas organizaciones que apoyamos para despejar dudas, cerciorarse del trabajo que se realiza y verificar que tiene un impacto positivo en la vida de muchas personas.
Si lo que se dificulta es aportar dinero, entonces podemos apoyar a otros donando nuestro tiempo. Como voluntarios les echaremos la mano a otros que no tienen las mismas oportunidades que nosotros hemos tenido. Ayudar y apoyar a otras personas, nos dará no solo la oportunidad de aportar a nuestra comunidad, sino también la gran satisfacción de ver y vivir en un mejor entorno, con un mejor futuro para todos, eso nos dará un retorno en cosas buenas de manera directa o indirecta.
No dejemos que se nos señale solo como receptores de ayuda, hagamos una cultura de asistencia, de donación y de trabajar en comunidad por el bien común, dando un ejemplo de solidaridad a nuestros jóvenes.
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