Aprende a relajarte: algunas técnicas

POR LAURA POSADA

Nunca nos falta un problema, una inquietud, algo que nos preocupa. Muchas veces nos sentimos agobiadas y ese agobio nos afecta física y mentalmente, lo que crea un ciclo negativo: si estamos estresadas, nuestra mente se bloquea, no podemos pensar en soluciones creativas para los problemas, los problemas se vuelven más atemorizantes, nos sentimos más presionadas y se reducen nuestras posibilidades de resolverlos.

Allí toma importancia la relajación como una forma de controlar la ansiedad y el estrés. ¿Por qué es importante aprender a relajarnos y liberar las tensiones de nuestro cuerpo? Sin entrar en la biología del asunto, se puede decir que la relajación del cuerpo y la mente está estrechamente vinculada con la salud y el bienestar físico y emocional. Diversos estudios han demostrado los beneficios de la relajación, entre los que se encuentran: lograr un descanso más profundo, mejorar la inmunidad y la resistencia a las enfermedades, aumento de la energía, aumento del optimismo, mayor estabilidad emocional, mayor capacidad de concentración, entre muchos otros. Entonces, ¿qué podemos hacer para llegar a esa relajación profunda y darle un descanso a nuestro cuerpo y mente?

El primer paso es encontrar un momento que sea para ti nada más: aunque tengas presiones de tu entorno, dale prioridad a este tiempo que es solo para ti. Puede ser temprano en la mañana o en la noche. Busca un sitio tranquilo donde nadie te interrumpa por ese rato.

Comienza con ejercicios de respiración y meditación: la respiración correcta, es decir, inhalar por la nariz y exhalar por la boca de forma rítmica y profunda, es fundamental para la relajación porque aumenta el suministro de oxígeno a todos los órganos, incluyendo el cerebro. La meditación es una de las mejores técnicas para encontrarte a ti misma, relajarte profundamente y acallar esos pensamientos que corren por tu mente y no te dejan en paz; si no tienes experiencia con ella, puedes comenzar con meditaciones cortas de cinco minutos e ir aumentando gradualmente. Hay muchas ayudas guiadas para meditar disponibles en línea. La respiración y la meditación por lo general son dos técnicas que se utilizan en conjunto. Dentro de ese grupo de técnicas también se encuentran las visualizaciones y la atención plena.

Otras técnicas de relajación incluyen: dar una larga y tranquila caminata al aire libre, darte un baño caliente, tomar infusiones de hierbas tranquilizantes que no contengan cafeína, hacer que otra persona te dé un masaje relajante y hacer cosas que te hagan feliz (a mi juicio, ¡esta es la mejor!).

Por último, practicar la relajación surte efectos si se hace con regularidad, preferiblemente todos los días: si es algo que haces esporádicamente es poco probable que veas todos sus beneficios. Haz que la relajación sea una parte importante de tu rutina diaria y verás que en pocas semanas te sentirás más optimista, tranquila, en paz, y en definitiva más feliz y podrás abordar cualquier problema que surja con una actitud distinta.