Ayuda apenas se ve ante la devastación en Puerto Rico

Por BEN FOX y DÁNICA COTO,

Associated Press

MONTEBELLO, Puerto Rico (AP) — Varios familiares ayudaron a Maribel Valentín Espino a encontrar cobijo cuando el huracán María azotó su localidad en el norte de Puerto Rico. Ahora, amigos y un rancho local proporcionan el agua que necesitan para sobrevivir en el calor tropical. Valentín y su esposo dicen que no han visto a nadie del gobierno de Puerto Rico, ni mucho menos de FEMA.

María mató al menos a 16 personas, dejó a casi todos los 3,4 millones de habitantes sin electricidad y a la mayoría sin agua corriente. Valentín dijo que estaban esperando la ayuda de la FEMA. Muchos otros esperaban ayuda, ya fuera del gobierno federal o el puertorriqueño. Pero la devastación es tan amplia y los esfuerzos de auxilio tan concentrados en San Juan que mucha gente fuera de la capital dice haber recibido poca o ninguna ayuda. Valentín, su esposo y su hijo adolescente viven en una de esas zonas.Los vecinos afirman que no ha llegado nadie ni del gobierno, ni de la ciudad. La misma queja se oía en la ciudad sureña de Yabucoa, la primera golpeada por María cuando embistió la isla con vientos de unos 250 kilómetros por hora (155 millas por hora). La recuperación en la primera semana desde la tormenta ha sido principalmente obra de los afectados. La gente recoge agua de pozos y arroyos, despeja carreteras y repara sus casas cuando no espera en filas que duran un día entero para conseguir combustible. Se han reparado los sistemas de control de tráfico aéreo y devuelto la electricidad al aeropuerto, que recibe unos 100 vuelos al día pero está lejos de funcionar al ritmo normal. Tras el devastador sismo en Haití en enero de 2010, el ejército de Estados Unidos envió barcos y el cielo parecía lleno de helicópteros de transporte y aviones con ayuda de emergencia, aunque la escala de ese desastre era mucho mayor.