¡Nieve Fresca! ¡Blanca Nieve!

Sophia Vackimes

Coordinadora de Servicios de Emergencia en Español, Ciudad de Renton

Todos tuvimos, como regalo de Navidad, hermosa nieve esta semana. La nieve sin duda es preciosa, el agua congelada, convertida en cristal flota por el espacio hasta que se posa sobre la tierra. A veces dura y a veces no. Tuve oportunidad de levantarme temprano en Navidad y salir a pisarla fresca, blanca y crujiente. Me encanta como suena cuando uno es la primera persona que camina sobre ella. Dejé marcas por doquier y luego me arrepentí de haber caminado sobre esa superficie tan bella y delicada. ¿Cuántos de nosotros no disfrutamos de momentos como estos? Unos, viendo por la ventana, otros construyendo muñecos de nieve con nuestros hijos, otros probándola y congelándoseles la lengua. La hermosa y blanca nieve nos muestra en todos y cada uno de sus copos formas infinitas, visibles la mayoría de las veces solamente por microscopio.

Sin embargo, este hermoso fenómeno de la naturaleza, aunado a una tormenta fuerte, o a ventarrones inusitados que por su fuerza y velocidad pueden ser traicioneros, peligrosos, negros. ¡¿Quién pudiera pensar que algo tan bello pudiera ser traicionero?! Sin embargo, durante la temporada de invierno pueden suceder cambios en la temperatura aunados a fluctuaciones de presión atmosférica y corrientes de viento que pueden resultar en tormentas de nieve peligrosas. Luego, si sube la temperatura y luego vuelve a congelarse el agua derretida, se produce un fenómeno llamado hielo negra o “black ice”. Esto es llamado así porque el asfalto del que están hechas las carreteras se cubre de una fina capa de agua congelada. Manejar sobre este tipo de superficie es peligrosísimo, tal como lo es caminar sobre esta capa resbalosa.

Otras veces, la nieve, cuando ha caído en gran cantidad nos puede dejar atrapados. La tormenta de nieve que acaba de suceder esta semana ha creado enormes problemas para la población de los estados centrales y del este. Muchas ciudades se hallan cubiertas por enormes cantidades de nieve, y la temperatura a la vez ha bajado de manera espectacular. Por ahora, aquí en Washington no se han pronosticado condiciones peligrosas, excepto carreteras en grandes altitudes, pero siempre tenemos que estar alertas porque muchas veces los cambios climáticos son imprevisibles.

En el estado de Washington esto ha sucedido en muchas ocasiones. Ha habido años en que la temperatura ha bajado súbitamente y la caída de nieve ha sido espectacular. Curiosamente, meteorólogos e historiadores han detectado que existe un ciclo de tormentas devastadoras que acosan regularmente al estado. Se ha derivado, de observaciones de eventos sucedidos en 1993, 1962, 1958, 1934, y 1921, que un evento mayor sucede en esta área cada quince años. Esto no quiere decir que a la fecha de la última la gran tormenta, 2006, le sumemos tantos años. Significa que debemos de estar alertas porque el fenómeno de seguro se repetirá éste o en años venideros.

Los efectos de la nevada del 2006 sobre la población fueron muchísimos. Múltiples casas sufrieron daños extremos al sumirse sus techos dado el gran peso de la nieve sobre ellos. Millones de personas se quedaron sin electricidad por casi dos semanas. Centenares de poblaciones quedaron incomunicadas, y millones de personas, claro está, se quedaron sin calefacción, sin poder abrigarse bien y sin poder cocinar por varios días. Pero lo más penoso del evento fueron los decesos de personas que trataron de calentarse en casa utilizando medios alternativos ya que no había electricidad.

En 2006 murieron varias personas intoxicadas, y muchísimas más fueron admitidas en hospitales porque habían utilizado braseros (grills), quemadores de carbón, calentadores de gas o inclusive generadores que utilizan gas como combustible para calentarse dentro de casa. Todas las flamas producidas por gas natural, petróleo licuado (gas LP), aceite, queroseno, carbón o madera emiten gases peligrosos. El monóxido de carbono es un gas inodoro, y muy peligroso. Es el mismo gas que emiten los automóviles. Es altamente peligroso encenderlos en la cochera y calentarse ahí, en un lugar encerrado.

Es claro que si nos atrapa una nevada, tenemos que mantenernos calientes. Si dura muchos días tenemos que sobrellevar la situación como mejor podamos, pero no debemos calentarnos con ningún artefacto que despida monóxido de carbono. ¡No debemos tener llamas vivas dentro de la casa!

Disfrutemos la nieve y el clima frío, y esperemos que no caiga una tormenta este año. ¡Salgamos a pisarla fresca!