¡No Hablo Inglés!

Sophia Vackimes, Oficina de Gestión de Emergencias, Ciudad de Bellevue

Uno de los problemas más complicados de resolver para las personas que vivimos en este país y que no hablamos, leemos o escribimos inglés es conseguir información en nuestro idioma. Este no es solamente un asunto que tenemos los hispanohablantes, sino es un problema que se extiende a millones de personas que venimos de otros lugares o quienes vivimos en comunidades donde hemos podido convivir sin necesidad de hablar la lengua oficial de los Estados Unidos. Los mexicanos, chilenos, guatemaltecos, salvadoreños, tenemos los mismos problemas que tienen las comunidades vietnamitas, chinas o persas, o árabes que viven en el país.

Sería ideal que todos pudiéramos hablar un mismo idioma, pero hay un sinnúmero de razones por las cuales no lo hacemos. La historia entera de la humanidad ha sido construida por migración tras migración, por guerra tras guerra, con intermitentes períodos de paz en la cual a veces hemos llegado a acuerdos que satisfacen, ayudan o favorecen a poblaciones que han viajado de un lugar a otro nuevo. Algunas regiones del mundo han logrado, a lo largo del tiempo, aceptar las diferencias culturales que traen nuevos habitantes a una región. En otros casos, la disputa sobre qué idioma es el preferido, el oficial, se ha tornado en diferenciaciones entre poblaciones, llegando hasta asuntos de nacionalismos extremos. El habla de español en este país podría ser considerado algo hasta cierto punto natural puesto que gran parte del territorio del sur perteneció a la República Mexicana en algún momento. Incluso hubieron poblaciones en la costa oeste, que habías sido colonias rusas y donde, luego de colonizar a las poblaciones indígenas el idioma oficial era el de aquel lejano país. En Canadá, por ejemplo hay, debido a la historia de la región dos idiomas oficiales, el inglés y el francés, reconociendo que dos grupos diferentes colonizaron la región.

Además de todos estos asuntos existen los asuntos diarios que nos facilitan el aprender un idioma nuevo. La voluntad individual es importantísima, pero tener tiempo para aprender, ir a una clase nocturna después del trabajo diario es algo imposible para muchos de nosotros y también puede ser costoso. Encima de esto a medida que nos hacemos más y más viejos, es más difícil para muchos de nosotros aprender otro idioma. Pero quienes no hablamos inglés no estamos completamente aislados, ni abandonados. Afortunadamente, existen leyes que nos protegen en este país y que requieren que nos sea dada información en nuestros propios idiomas, e inclusive también para aquellas personas que requieren servicios si son sordos o sordomudos. En la mayoría de hospitales, cortes, oficinas de policía y diversos servicios públicos del país y del Estado de Washington es posible solicitar servicios en una gran diversidad de idiomas. Existen cientos de traductores en todo el estado que sirven a comunidades diversas en todo el estado y quienes viajan de un lado a otro día a día proporcionando comunicación para quienes no hablan inglés. En mi oficina de gestión de emergencias yo estoy obligada por ley a tener todos mis materiales en varios idiomas. Y, por si esto fuera poco, si uno necesita traducción durante un evento público, como una audiencia, conferencia, etc. solo tiene que hacerse la petición al organizador, con al menos 48 horas, para que se le proporcione este servicio de manera gratuita. Exíjalo.