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Agencia Reforma

La represión de Daniel Ortega puso un interrogante en el proceso de negociación con la Oposición.

Después de que las autoridades detuvieran y liberaran el sábado a más de 107 manifestantes -164 de acuerdo con los opositores- contra el Gobierno nicaragüense, la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, que lidera las conversaciones por la crisis sociopolítica, afirmó que éstas están en grave peligro.

A pesar de que no confirmó si se volvería a sentar en la mesa de negociaciones, los hechos dividieron al grupo.

El ex Ministro de Educación e integrante de la Alianza, Carlos Tünnermann, expresó sus dudas sobre la voluntad política del Mandatario para continuar con las negociaciones, mientras que el ex Ministro de Economía Mario Arana, también integrante, apostó por mantener el diálogo.

En el ámbito internacional, el Gobierno de España condenó lo que consideró una reacción desproporcionada de las fuerzas del orden lo que, a su juicio, que pone en peligro la búsqueda de una solución sostenible para Nicaragua.

Por su parte, al Embajada de Estados Unidos en Managua restringió temporalmente los movimientos de su personal en el país ante posibles actos violentos no previstos, y recomendó a sus nacionales evitar manifestaciones y mantenerse informados.

Nicaragua vive una crisis que ha dejado, desde abril, 325 muertos, de acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).