¿Qué es la fibrilación auricular?

Por la American Heart Association

En la fibrilación auricular (AFib, según sus siglas en inglés), las dos pequeñas cámaras superiores o aurículas del corazón no laten correctamente de una manera rítmica y enérgica. En vez de latir a un ritmo normal, las aurículas laten de forma irregular y demasiado rápido, moviéndose como un tazón de gelatina. Es importante que el corazón bombee adecuadamente, para que el cuerpo obtenga el oxígeno y el alimento que necesita.

Algunos de los síntomas de la fibrilación auricular son:

• Latidos rápidos e irregulares

• Palpitaciones cardíacas o un golpeteo acelerado dentro del pecho

• Mareos, sudoración y dolor o presión en el pecho

• Falta de aire o ansiedad

• Mayor cansancio al hacer ejercicio

• Desmayos (síncope)

Se puede vivir con fibrilación auricular, pero puede causar otros problemas médicos incluyendo:

• Ataque cerebral

• Insuficiencia cardiaca

• Fatiga crónica

• Problemas del ritmo cardiaco adicionales

• Irrigación sanguínea inconsistente

El riesgo de padecer un ataque cerebral es cinco veces mayor en personas con fibrilación auricular. Esto sucede porque con la fibrilación auricular, la sangre se puede acumular en las aurículas y formar coágulos. Las opciones de tratamiento pueden incluir uno o más de los siguientes:

• Los medicamentos, como los bloqueadores beta o antiarrítmicos, que ayudan a volver su ritmo cardíaco a la normalidad

• Los medicamentos como digitalis, bloqueadores de los canales de calcio o amiodarona que ayudan a disminuir su ritmo cardíaco.

• Los diluyentes de la sangre evitan la formación de coágulos.

• La cardioversión eléctrica (shock eléctrico) para restaurar el ritmo normal al corazón.

• Se puede recurrir a una cirugía, un marcapasos y otros procedimientos.

Su tratamiento dependerá de la causa de su fibrilación auricular y su nivel de incapacidad.

Para reducir el riesgo de padecer un ataque cerebral debido a la fibrilación auricular, su médico puede recetarle medicamentos que eviten la formación de coágulos. Dos ejemplos son los anticoagulantes y los antiplaquetarios como la aspirina y la warfarina. Los anticoagulantes incluyen warfarina y otros tres medicamentos recientemente aprobados por la FDA, conocidos como nuevos anticoagulantes orales NAC – dabigatrán, rivoroxabán y apixaban. Siempre coméntele a su doctor, dentista y farmacéutico si toma alguno de estos medicamentos. Si experimenta cualquier tipo de sangrado, hematomas u otros problemas inusuales, avísele a su médico de inmediato.

Para obtener más información, visite www.heart.org, y para conectarse con otras personas que comparten vidas similares con enfermedades del corazón y ataque cerebrales, acuda a www.heart.org/supportnetwork.