Prevención, síntomas y tratamientos de la gripe y el resfriado
Los virus del resfriado y de la gripe siempre están flotando a nuestro alrededor. Entonces, ¿por qué parecemos ser especialmente vulnerables durante los meses de invierno?,Más que nada, esto se debe a que pasamos más tiempo adentro, y los virus de un resfriado o de la gripe que causan el catarro, la congestión y los dolores de cuerpo pueden propagarse de persona a persona con mayor facilidad
Los síntomas de los resfriados y de la gripe
Los síntomas de los resfriados generalmente son congestión o secreción nasal y estornudos, tos, garganta irritada y ojos llorosos. Los síntomas de la gripe incluyen fiebre, dolor de cabeza, escalofríos, tos seca, cuerpo adolorido, fatiga y malestar general. Los niños pequeños también pueden experimentar náuseas y vómito.
Vacúnese contra la gripe
Con contadas excepciones, toda persona mayor de 6 meses de edad debe vacunarse contra la gripe. La inmunización anual es importante para las personas con un riesgo alto de presentar complicaciones graves a causa de la gripe:
• los niños menores de 5 años, pero en especial los menores de 2;
• las mujeres embarazadas;
• quienes padecen ciertas enfermedades crónicas (tales como asma, diabetes o afecciones cardiacas y pulmonares); y
• las personas mayores de 65 años.La vacunación es especialmente importante para los trabajadores de la salud.
Los bebés menores de 6 meses son demasiado pequeños como para recibir la vacuna contra la gripe.
Elija las medicinas de venta libre correctas para sus síntomas.
• los descongestionantes nasales ayudan a destapar la nariz tapada;
• los antitusivos ayudan a aliviar la tos;
• los expectorantes ayudan a aflojar el moco;
• los antihistamínicos ayudan a parar congestión nasal y los estornudos; y
• los analgésicos pueden ayudan a aliviar la fiebre, los dolores de cabeza y los dolores leves.
Vaya al médico si no mejora.
En los niños, esté atento a las fiebres altas y los comportamientos anormales, tales como una somnolencia fuera de lo común, rehusarse a comer, llanto excesivo, agarrarse las orejas o el estómago y una respiración sibilante.