¿Se llegará a un acuerdo para que los “Dreamers” permanezcan en el país?

Esther Cepeda, The Washington Post

No está claro si se logrará un acuerdo para asegurar que los jóvenes inmigrantes presentes ilícitamente en el país, conocidos como los Soñadores, puedan permanecer en él. Lo que sí es seguro es que, de cualquier manera, la fe de los estadounidenses en su gobierno recibirá otro golpe. Enfrentémoslo: Todo el que pensara realmente que aprobar una medida pequeña y limitada sobre la inmigración iba a ser tan simple como el acuerdo verbal al que llegaron el presidente Trump, Nancy Pelosi, líder de la minoría de la Cámara, y Charles Schumer, líder de la minoría en el Senado, mientras cenaban juntos el mes pasado, se estaba engañando. La verdad del asunto es que Trump está concentrado únicamente en producir adoración por sus actos en el momento—para el público que resulte estar frente a él en ese punto—sin importar cuáles puedan ser las consecuencias. Sus promesas iniciales de extender protecciones a los que están cubiertos por DACA sin requerir un paquete de seguridad fronteriza que incluyera el muro, demuestra esa idea perfectamente. Pero cuando los conservadores se rebelaron, Trump se echó a atrás, diciendo que no había un acuerdo. Ahora entre la lista de exigencias del presidente, se encuentran crear un sistema de inmigración sobre la base del mérito que desfavorece la migración de familias en cadena, imponer obligatoriamente un sistema de E-Verify, y retener dinero de subvenciones federales para las llamadas “ciudades santuario”. Esos requisitos—a cambio de un trato para proteger a los 690.000 beneficiarios de DACA—alegraron a su base y prácticamente desmantelaron el trato para los demócratas. Si Trump no cumple sus promesas de adoptar la línea más dura posible en cuanto a la inmigración y acaba llegando a un acuerdo para proteger a los beneficiarios de DACA contra la deportación, su base se sentirá traicionada y se rebelará. Si los demócratas toman la difícil decisión de aceptar algunos de los numerosos puntos de la lista de Trump a cambio de protecciones para este pequeño sector de los 11 millones de inmigrantes que residen en Estados Unidos ilegalmente, habrá sin duda hostilidad dentro del partido y quejas de que se ha vendido. La consecuencia de esta lucha de alta visibilidad por los beneficiarios de DACA será que—ya sea si estos inmigrantes que son los más jóvenes, más idealistas y más americanizados son rechazados o si se les permite quedarse en una especie de categoría imperfecta—todos perderemos.