“Sinkhole”: sumidero o boquete

Sophia Vackimes, Coordinadora de Servicios de Emergencia en Español, Ciudad de Renton

Estaba yo a punto de escribir algo para ustedes que pensé quizá les interesaría saber y quizá no, cuando súbitamente comenzaron a sonar los teléfonos en la Oficina de Emergencias de la Ciudad de Renton, avisándonos sobre un evento que comenzaba a desarrollarse. Cuando doy mis pláticas sobre preparativos de desastre siempre menciono que hay que seguir las instrucciones de las autoridades y este evento me recordó mis propias palabras. Como les iba diciendo, de pronto llegó un comunicado de prensa a mi oficina avisándonos que había aparecido un sumidero en mitad de una avenida en Renton. ¿Sumidero? Yo no lo podía creer.

Boquete en la calle, agujero en la avenida, “sinkhole” en inglés. Hay muchas otras palabras para decir lo mismo: socavón, cavidad, dolina, orificio, cenote, concavidad, hondonada, etc., etc., el asunto es que un agujerito apareció en medio de los carriles de la Avenida Rainier, y aunque parecía inocente a primera vista podía haber sido bastante peligroso.

Cuando nos llegaron las primeras imágenes el agujero se mostraba insignificante. El problema tenía aspecto de poderse resolver en un par de horas. No parecía presentar dificultad alguna hasta que llegaron los encargados de la ciudad a revisar el incidente. El pequeño boquete era la abertura a un agujero que bajo la superficie tenía en algunos lugares casi cinco metros de profundidad y una extensión de ocho por diez metros, era una pequeña caverna. Nadie lo hubiera imaginado. Muchos pensamos que incidentes así no pueden suceder así. Es peligroso creer que uno puede transitar por doquier a toda hora y sin problema alguno, pero los accidentes son muchas veces causados precisamente por imprevistos y muchas otras veces por falta de precaución.

Sumidero son agujeros que se abren en la tierra y que actúan como desagüe natural al agua que se acumula en el área o que desalojan ríos subterráneos. También aparecen cuando se truena un desagüe y el agua que corre socava la tierra en su camino. Su formación física generalmente es cavernosa sobre todo en terrenos que constan de roca caliza, o yeso que cuando se erosionan provocan que pierdan su estabilidad si son naturales o formen boquetes cada vez más grandes si la tierra antes apisonada se ha desestabilizado. Los hay de todos tamaños; el problema es que cuando aparece uno no es posible estimar sus dimensiones inmediatamente. El desgaste de sus paredes, o su techo provoca que se suman súbitamente y aparezcan donde antes no los esperábamos. Por ello es necesario seguir las indicaciones de tránsito pertinentes. Particularmente, en época de lluvias, en este estado siempre es época, pueden aparecer de manera insospechada. Debemos de ser mucho más precavidos cuando atravezamos puentes o zonas inundadas pues no es posible saber si el terreno bajo el agua ha desaparecido o se lo ha llevado la corriente.