Todos somos uno

Por Sandra Maqueda

Estas últimas semanas han sido de mucha presión para la política de Seattle, y es que no se si ustedes saben pero para el consejo de Seattle las cosas se pusieron color de hormiga en cuanto a un controversial impuesto para cierto sector empresarial y que al final siempre si se va a aplicar a las medianas y grandes empresas que ganan 20 millones en adelante cada año. Este impuesto que equivale a $275 dólares por empleado, por año no ha sido del agrado para muchos empresarios locales y especialmente porque de acuerdo a lo que votó el consejo de Seattle, estos fondos recolectados, estamos hablando de alrededor de 50 millones de dólares cada año, serán dirigidos a programas de asistencia a personas sin hogar, los también conocidos como “homeless” en Ingles, que cada día son más por cierto y que muchos de ellos son un verdadero problema para la ciudad, no todos aclaro, pero hay quienes delinquen y dejan basura en sus campamentos y debajo de los puentes donde es muy común encontrar a este tipo de comunidades en la ciudad esmeralda.

Esta es una triste realidad que nos debe hacer reflexionar sobre cómo se están manejando los intereses y recursos en esta región, aquí en Seattle y de hecho en todo el estado de Washington existe una mentalidad muy “open” como dicen por acá, es un estado muy liberal y eso también lo podemos observar de manera clara en la legalización de la mariguana, el matrimonio gay, las ciudades santuario y tantos otros programas como el seguro médico para todos los niños sin importar su estatus migratorio, etc.

Entonces, por qué no encontrar una forma más “open” para que estas personas sin vivienda sean productivas para la ciudad y que al mismo tiempo aquellas familias que están clasificadas como homeless y no necesariamente por que son vagabundos sino porque están pasando por una mala racha y no tienen a ningún familiar aquí, se puedan reponer y salir adelante con este apoyo. Aun que definitivamente tienen que hacer una buena labor de investigación para cada caso, porque no es justo que los que sí necesitan la ayuda no lo reciban y los holgazanes que solo extienden la mano tienen de todo y ni siquiera lo aprecian porque les importa un pepino salir adelante y buscar un trabajo, pues con todo a su favor para que se van a molestar, aunque insisto no es en general hay que pensar en los que están dementes y necesitan tratamiento.

Como sea les cuento que con todo este revuelo se formó una coalición de empleadores, llamada “No Tax on Jobs” que comenzó el viernes pasado a recolectar firmas para un referéndum que debería aparecer en la boleta electoral del próximo noviembre. Las direcciones donde se estará recolectando las firmas se comparten en la página de Facebook, No Seattle Head Tax. ‘Esta opción es la más rápida y menos cara para anular el impuesto principal. Para el referéndum se necesitan alrededor de 18,000 firmas verificadas para el 14 de Junio. Eso les daría a los votantes de Seattle la opción de rechazar este impuesto a las medianas y grandes empresas que de otra manera entraría en vigencia el 1 de enero. Una votación puede enviar un mensaje al ayuntamiento y a la alcaldesa Jenny Durkan de que los residentes están hartos de la torpe respuesta de la ciudad a la crisis de las personas sin hogar’, de acuerdo a lo que rescata en una de sus publicaciones el Seattle Times editorial board. Por eso es tan importante poder ejercer el voto y los que aún no podemos votar, aun así hay que involucrarnos de algún modo porque todos somos uno.