Trabajadores agrícolas presentan demanda contra Munger Brothers y Sarbanand Farms por amenazas, intimidación y violación de leyes

Trabajadores del Programa H-2A Alegan que la Empresa Les Forzó a Irse al Campo Cada Día Cumpliéndose con Estándares de Producción Ilegales “A Menos Que Estuvieran en su Lecho de Muerte”

SEATTLE – Trabajadores agrícolas quienes pizcaron arándanos el año pasado en Sarbanand Farms en Sumas, Washington, archivaron una demanda colectiva de derecho en el empleo contra Sarbanand, y su sociedad controlante, Munger Bros., alegando violaciones de la ley federal, el Acta para la Protección de Victimas de la Trata de Persona (el TVPA por su sigla en inglés), por medio de una muestra de amenazas e intimidación que les hicieron a creer que iban a sufrir daño serio a menos que se sometieran por completo a las demandas de la empresa.

La demanda alega que cuando los trabajadores H-2A llegaron en Sarbanand en julio, un alto directiva les informó que tenían que trabajar en el campo cada día a menos que estuvieran “en su lecho de muerte.” Un trabajador de H-2A empleado en Sarbanand, Honesto Silva, falleció en agosto después de haber sido sacado del campo de trabajo en una ambulancia y de haber causado graves preocupaciones a los trabajadores que permanecian sobre el compromiso de Sarbanand de la salud y seguridad de los trabajadores.

En adición a los reclamos según el TVPA, la demanda alega que esta misma muestra también violó la Ley de Washington Contra la Discriminación (la WLAD por su sigla en inglés) porque la muestra creó un ambiente laboral hostil basado en el origen nacional de los trabajadores, y violó a su derecho de ser libres de la discriminación en su trabajo. Los trabajadores además demandaron a la contratista de labor agrícola sin licencia de Munger, CSI Visa Processing, por su fallo de cumplir con el Acta sobre Contratistas de Labor Agrícola de Washington (FLCA por su sigla en inglés).

“Este es un caso sobre una condición de trabajo altamente abusiva en donde un empleador sofisticado se aprovechó de trabajadores extranjeros de H-2A vulnerables y empobrecidos,” dijo su abogado Joe Morrison de Columbia Legal Services. “La utilización de trabajadores de H-2A se está explotando en el estado de Washington, y tenemos que asegurar que la seguridad y la salud de estos trabajadores sean primordiales.”

Los trabajadores de H-2A son los trabajadores agrícolas más vulnerables en los Estados Unidos[1] ya que son exentos de la ley federal principal que protege otros trabajadores agrícolas, incluso los trabajadores sin documentos. Además son altamente vulnerables a represalias, ya que los reclutadores laborales en otros países rutinariamente ponen a los trabajadores quienes intentan a mejorar su condición en el trabajo en una lista negra. Trabajadores de H-2A vienen de pueblos rurales y empobrecidos, y frecuentemente son pesadamente endeudados cuando entran a los Estados Unidos. Sus visas de trabajo los obligan a un solo empleador sin la libertad de buscar otro empleo si las condiciones en el trabajo estén de condición inferior. Por lo tanto, su única elección es entre seguir trabajando o regresar a su país natal.

Columbia Legal Services y Schroeter Goldmark & Bender archivaron la demanda en el tribunal federal por parte de Bárbaro Rosas y Guadalupe Tapia, dos trabajadores de H-2A quienes trabajaron en Sarbanand Farms en el 2017, y fueron despedidos y sumariamente desalojados de su vivienda subsecuente a una huelga de un día para mejorar las condiciones en el trabajo. Numerosos trabajadores de H-2A salieron en huelga en agosto después que su colega Honesto Silva fue llevado al hospital en ambulancia, y finalmente se falleció. El día después de la huelga, la empresa llamó juntos a todos los trabajadores que salieron en huelga, los despidieron, y les dieron una hora para empacar sus maletas y salirse, bajo la amenaza de que llamarían a las autoridades policiales y de inmigración.

Munger, ubicado en Delano, California, se refiere como el productor más grande de arándanos frescos del mundo, con más que 3,000 acres en Washignton, Oregon, California, British Columbia, y México. Munger es adueñado por dos hermanos, Kewel (que se llama “Kable”) y Baldev (que usa el nombre “David”) Munger.

Como detallado en el caso, a los señores Rosas y Tapia se les dijo rutinariamente que tenían que pizcar dos cajas de arándanos por hora y sino serían despedidos y tendrían que regresar a México a su propia cuenta. El contrato H-2A escrito por Munger no incumbe un estándar de producción por hora, diciendo: “Los trabajadores pueden trabajar a un ritmo sostenido y vigoroso, y hacer un esfuerzo de buena fe a trabajar de manera eficiente y consistente como sea razonable según las condiciones ambientales y cada otra condición del trabajo.”

Los trabajadores adicionalmente reclaman que la empresa cobró a cada trabajador de H-2A $12 al día por tres comidas por día, pero les proveyó con porciones míseras, y amenazó a los trabajadores que pidieron más comida con ser despedidos. Sarbanad forzó a los trabajadores que formaron una fila para que les pusieran un “X” en la mano para marcarlos y asegurar que recibieran solamente una porción. La demanda también alega que la compañía les sirvió pollo medio crudo y prohibió a los trabajadores de llevar su proprio comida al campo.

“Las leyes federales anti-tráficos reconocen que los trabajadores extranjeros con visas, especialmente los trabajadores agrícolas, son altamente vulnerables, considerando el hecho de que dependen en su empleador para su visa, su trabajo, y su vivienda,” dijo Adam Berger, un abogado con Schroeter, Goldmark & Bender. “Cuando las corporaciones como Munger maltratan a los trabajadores de esta manera, y violan a las leyes laborales federales y estatales, hay que ser un remedio civil para proteger a sus derechos, y mejorar las condiciones en el trabajo por todos los trabajadores agrícolas.”

Más que 600 trabajadores agrícolas pueden ser incluidos en esta propuesta demanda colectiva, porque el despido y desalojo orquestados les advirtió a todos los trabajadores H-2A en el arándano que tenían que seguir trabajando, y que nunca debieran juntarse para mejorar las condiciones en el trabajo. El caso pide al tribunal que les otorgue daños monetarios y alivio por mandato a los demandantes y a los demás miembros de la clase común. El caso primero tendrá que ser aprobado como una demanda colectiva que debe ocurrir en los meses siguientes.