Dolor de espalda

Enrique Goldbard,

Agencia Reforma

– El dolor de espalda es uno de los problemas de salud más comunes entre la población adulta y de todas las formas de dolor es la segunda más frecuentemente reportada al médico -después de la cefalea- es además una de las principales razones de incapacidad y por lo tanto de ausentismo laboral. Prácticamente todo el mundo ha padecido alguna vez en su vida dolor de espalda. Se reconocen tres tipos principales del padecimiento dependiendo de la región de la espalda afectada, es decir, dolor de espalda alta, de espalda media y de espalda baja.

Se pueden agregar, además, ciertos problemas que se relacionan con esa zona del cuerpo y que se manifiestan en forma de dolor como: osteoartritis, lesiones de nervios o músculos, enfermedad degenerativa de los discos intervertebrales y otros. La forma de dolor de espalda baja, llamada también lumbago, puede estar ligada con otra dolencia relativamente común en los adultos mayores de 50 años, conocida como ciática, con el añadido de dolor en la parte posterior del muslo y pierna. Causas:

-Lesiones musculares o de ligamentos provocados al levantar objetos pesados o por movimientos bruscos. En personas con deficiente condición física este tipo de lesiones suceden con regularidad.

-Discos intervertebrales lacerados o herniados.

-Irregularidades en la curvatura de la columna vertebral. La más común es la escoliosis, en la que la columna se curva hacia un lado.

-Las ya mencionadas osteoporosis y osteoartritis.

Factores de riesgo:

-Edad. El dolor de espalda es más usual después de los 40 años de edad.

-Falta de ejercicio. Los músculos débiles, poco ejercitados contribuyen al dolor de espalda.

-Sobrepeso, embarazo, lactancia.

-Levantar objetos pesados de manera inapropiada, usando la espalda en lugar de las piernas.

-Razones psicológicas. Las personas con tendencia a la depresión o a la ansiedad se encuentran en riesgo mayor.

-Postura. Actividades (o inactividades como ver la TV) que se traducen en varias horas en posición sedente, caminar encorvado, etcétera.

Prevención y tratamiento:

La forma aguda de dolor de espalda no demanda más que unas pocas semanas de tratamiento en casa. La forma crónica puede exigir medicamentos y en muy pocas ocasiones cirugía. Los fármacos empleados son desde analgésicos comunes, relajantes musculares y antiinflamatorios de mostrador, hasta antidepresivos y narcóticos. El ejercicio y la terapia física son fundamentales en el manejo de la enfermedad:

-Oiga a su cuerpo y no se sobreejercite o trabaje hasta sentir dolor.

-Haga de su lugar de trabajo un sitio ergonómico. Use un soporte lumbar al nivel de la cintura mientras esté sentado, los pies, planos sobre el piso y las rodillas a un ángulo de 90 grados. El monitor en su parte media a nivel de los ojos y el teclado a la altura del regazo con los brazos a 90 grados o menos.

-Levántese y camine.

-Mantenga buena mecánica músculoesqueletica al alzar objetos.

-No haga deporte extenuante el fin de semana, prepárese días antes para ello.

-Practique rutinas de estiramiento y balance, mientras más simples mejor, no son necesarias decenas de sentadillas o abdominales.

-Si está iniciando una rutina de ejercicio físico comience poco a poco.