Grasas, ¿técnicas o rudas?

Paloma Villanueva

Agencia Reforma

¿En qué bando clasificarías a los alimentos que contienen grasas? ¿los colocarías en el grupo de los malos que te hacen engordar y te tapan las arterias?

si es así, podrías estar equivocado. Todo depende del tipo de grasas. Xaviera Cabada, investigadora en Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor, clasifica en el bando de “las villanas” a las grasas trans, contenidas en los alimentos industrializados. “Las grasas trans son los aceites hidrogenados o parcialmente hidrogenados que se usan en los alimentos procesados para que duren más y no se descompongan tan rápido.

“El problema es que una grasa trans ha sido modificada químicamente y eso provoca que el cuerpo no logre digerirla adecuada ni suficientemente rápido, porque las enzimas con las que naturalmente contamos no pueden descomponer estas moléculas”, explica. El resultado es un aumento del colesterol malo (LDL) en la sangre que puede acumularse hasta bloquear una arteria y provocar un infarto. “Las grasas trans están presentes sobre todo en la comida rápida y en los alimentos procesados como pastelillos, galletas, frituras, pizza congelada, helado, pudín. “Lo que sugiero es fijarse en la etiqueta. Si dice: ‘Grasa o aceite vegetal parcialmente hidrogenado’ es que tiene grasa trans”, señala.

Las grasas saturadas también elevan los niveles de colesterol malo en la sangre, por lo que deben consumirse con moderación. Es toda la grasa que a temperatura ambiente está solida como la manteca, mantequilla, margarina; también tienen grasa saturada la carne de res o cerdo, la piel del pollo o del pavo, la crema, la leche entera y los quesos, sobre todo los de tonalidad amarilla. En el bando de las grasas saludables están las poliinsaturadas (nueces, almendras, cacahuates, atún, salmón) y las monoinsaturadas (aguacate, aceite de oliva, aceite de ajonjolí), explica Castillo. “Los ácidos grasos poliinsaturados como los omega 6, los omega 3 y los omega 9, tienen funciones en la respuesta inmune y en la resolución de la inflamación. “Cuando tenemos alguna agresión exterior se produce una reacción de inflamación, como cuando nos cortamos y la piel se pone enrojecida e hinchada, este tipo de grasas nos ayudan a la resolución de la inflamación, tienen un papel importante a nivel de inmunidad”, apunta.

Además las grasas poliinsaturadas y las monoinsaturadas son saludables porque “arrastran” el colesterol malo de las arterias evitando que se acumule y al comerlas en lugar de las grasas malas, ayudan a mantener un peso saludable.