Tía Remedios

María de Jesús García

Agencia Reforma

Tormenta

en el paraíso

Buen día, Tía. Espero que te encuentres excelente y sigas iluminando a las personas con tu sabiduría. Te contaré mi caso, en espera de tu sabia orientación. Trabajo en una empresa importante, y tengo una relación de poco más de cinco años. El problema es que mi novia no entiende mi labor, pues al ser un trabajo en el que tengo mucha responsabilidad mis horarios no son flexibles, por lo que en varias ocasiones hemos tenido que cambiar los planes.

Obviamente, esto me ha provocado serios problemas con ella, al grado que a cada oportunidad termina la relación a pesar de que lo único que hago es trabajar. Por más intentos por mantener la cordialidad, ella está en un plan de que me termina a la menor provocación, por lo que ya no sé qué hacer.

Me siento contento con mi trabajo, me gusta lo que hago y, por más egoísta que suene, no pienso dejarlo por nada, pues estoy aprendiendo y creciendo; aunque no me gustaría perder a mi novia por esto.

Ojalá me pudieras orientar para saber qué hacer, pues por más diálogo, siempre terminamos enojados y separados.

El Adolorido, 25 años.

Querido Adolorido: “Me termina a la menor provocación”, dices. “No valora lo que soy y a lo que me dedico”, así cierras. ¿Puedes ver lo definitorio de las frases que usas? Resumen de tu relación, y todo parece indicar que tienes novia sólo por tenerla (o porque ya pasaron cinco años), pero no están compartiendo realmente la vida. Es muy importante que te des cuenta que no estás construyendo nada sólido con esa chica, ni en el presente ni para el futuro. Un valor fundamental para estar en pareja es hacer acuerdos y buscar balance. También te digo que ¡aguas con convertirte en un adicto al trabajo y creer que eso es lo único que le da sentido a tu vida! No es nada sencillo buscar balancear la vida laboral con la personal, pero hay que hacer el esfuerzo. Pero si en tu noviazgo, la chava hace berrinches en vez de buscar acuerdos, no hay forma en la que cambies eso de ella, y menos si empezaron su noviazgo antes de los 19 años. ¿Qué esperas que pase con el tiempo? Pueden acostumbrarse a estos constantes rompimientos y hasta llegar a casarse esperando que un “milagro” ocurra… ¿ocurrirá? La realidad es que lo que le pasa ahora aumentará cien veces más si continúan, porque todo indica que su noviazgo ya cumplió su ciclo. Cinco años y pedacito, dices. No te gustaría perderla, mencionas. ¿Cómo podría pasar eso? Para perderla tendrías que contar con ella y eso ya no pasa. Las relaciones de noviazgo sirven para que aprendamos a compartir la vida, y si eso ya no está ocurriendo no va a pasar más tarde. Así que tú dirás si sigues acumulando años de noviazgo llenos de frustración.

Amigo

controlador

Buenos días, Tía, le mando un tierno saludo navideño, deseándole lo mejor para el siguiente año. Le escribo porque quisiera que me ayudara con mi confusión. De unos días para acá mi mejor amigo se ha comportado raro conmigo, siempre le platicaba de mis novios o ligues y no decía nada, pero ahora está muy extraño, incluso siento que me cela y que hasta es controlador, pues nada más me ve con alguien y se vuelve loco, me pregunta quién es y qué hacía con él. No le he preguntado nada directamente, pero hasta su forma de hablar conmigo ha cambiado, ahora me habla con frases como “te quiero, eres lo mejor que tengo”, ese tipo de cosas que sé que le dice a sus novias y conmigo no lo hacía. No sé qué pensar porque sí me mueve el tapete. ¿Qué me recomiendas hacer? Alicia, 19 años

Buenos días, querida Alicia. Mil gracias por tu bondadoso deseo. También espero que el 2016 se ponga guapo para ti. Habla con tu amigo y pregúntale qué siente por ti y qué espera de ti. Hazle la observación de que te has dado cuenta de lo que me dices, que te cela, que es controlador, que te dice cosas que sabes le ha dicho a sus novias. Aclara el punto con él, especialmente porque dices que te mueve el tapete. Y pregúntate ¿hasta dónde quieres que se mueva ese tapete?