Reflexiones

La Raza del Noroeste

Se ha escrito mucho de Mary Yu.

Se escrito como es hispana.

Asiática.

Lesbiana.

Pero también es una jueza.

Y aunque la verdad, la razón por la que ella es noticia es, principalmente, por todos esos adjetivos. Ella es una jueza que es asiática, hispana y lesbiana.

No hay muchos como ella.

Es difícil escribir sobre la vida de una persona, en especial si esta persona ha llevado una vida ilustre. Por eso, nosotros los medios debemos de enfocarnos en una parte de esta vida para que podamos, por lo menos, narrar algo complejo en algo simple para que todos lo podamos entender.

En este caso, nosotros decidimos cubrir a Yu por que es hija de una mexicana indocumentada.

A lo mejor no es justo.

Yu llegó a su puesto en la Suprema Corte del Estado de Washington por su trabajo y por su historia como la jueza de la Corte Superior del Condado de King.

El hecho de que era hispana no debió de haber influido.

Ella es todo lo que se ha escrito y mucho más.

Sin embargo, es triste saber que en todos estos años y con la historia de diversidad del estado de Washington, Yu es sólo la tercera juez de origen hispano y la primera mujer hispana en lograr este logro.

Nos falta todavía mucho por conseguir pero afortunadamente, lo estamos logrando poco a poco.

Lentamente, dejaremos de escribir los logros de hispanos no porque ya no estamos logrando nada, sino porque ya lo estamos logrando a menudo.

Esta semana tenemos historias de logros de varios hispanos.

Desde obtener un trabajo para cubrir la Copa Mundial, enseñar a campesinos a como cultivar de mejor manera sin perder sus tradiciones, hasta inmigrantes detenidos buscando por mejores condiciones en los centros de detención.

Todos ellos tienen diferentes adjetivos.

Pero debemos de concentrarnos en los adjetivos que nos unen.

Y aunque parezca que el adjetivo es “hispano”, eso no es el que estoy buscando.

El que busco es:

“Humano.”