Pedalean desnudos sobre Paseo de la Reforma

Iván Sosa,

Agencia Reforma

CIUDAD DE MÉXICO.- Con el pudor y las prendas íntimas guardadas en bolsas de plástico en donde metieron la ropa y la pena, un millar de ciclista rodó al desnudo sobre Paseo de la Reforma.

Conformada la mayor parte por hombres, las mujeres concentraron la atención de participantes y del público sorprendido al mirarles avanzar con la piel expuesta en un día nublado.

“Me atreví sólo por experimentar”, comentó la joven Nasti, quien al despojarse del brasier, se desplazó con patines y short.

Tres horas antes de salir, comenzaron los ciclistas a llegar a las calles contiguas al Monumento a la Revolución, en donde especialistas en pintar el cuerpo les dibujaron leyendas como “¿Ahora si me ves?”.

Nudismo y ciclismo se conjugaron en un desafío, para mostrar que cuerpo y bici pueden ser libres, aun rodeados de automóviles.

“No tengo un buen cuerpo, pero siempre he querido andar en la calle como ando a veces en mi casa, venimos sin ropa, ¿qué no?”, apuntó Azalia, señora mayor de 50.

Trabajadores a cargo de construir el carril para la Línea 7 del Metrobús dejaron las herramientas y se formaron sobre los trafitambos.

“Ahorita les compró unos calzoncitos”, bromeaban mientras les tomaban video al pasar entre las glorietas de La Palma y el Ángel de la Independencia.

“No tiene nada de malo hacer un poco de nudismo si le pones una causa”, comentó el fisicoculturista Eduardo Martínez, asediado por mujeres y hombres para tomarse fotografías con el teléfono.

Según Eduardo, acudió como vecino de la Roma para hacer notar que hacen falta ciclovías para llegar en bici a Coyoacán.

Sin prenda alguna más que una cachucha blanca, la más requerida fue una chica que se detenía para dejar registro en fotos de su trayecto por Paseo de la Reforma. Decenas de personas se le acercaban, aceptaba un par de saludos y subía otra vez a la bici.

“El nudismo es una práctica natural del ser humano y qué mejor si exhibimos la fragilidad de un cuerpo sobre una bicicleta, que debe ser respetado por automovilistas”, comentó Félix Deon.

A las 12 salieron de la Plaza de la República para rodear la Alameda Central y seguir por Paseo de la Reforma, retornaron frente al Auditorio Nacional, para regresar al monumento antes de las 14 horas.

Resguardados por motopatrulleros, con cierres vehiculares en su paso por intersección, la rodada al desnudo concluyó sin incidentes.

“A casa no puedo volver así, no dejarían de molestarme, me tengo que vestir, no tenemos esa cultura, aquí fue divertido, pero nada más”, comentó Judith Morales. Con ropa, volvieron a ser ciclistas normales y nuevamente pasaron desapercibidos entre autos.