Por Efrain Palominos

Corresponsal de La Raza del Noroeste

No cabe duda que el cese de Javier Aguirre como técnico del Atlético de Madrid es un golpe muy fuerte de superar en su carrera. ¿Qué, pensaban que hablaba de la mula arisca de don Chente Fox que ya se le echó y nomás no se deja arriar? ¡Para nada!, yo me refiero a la injusta destitución que la directiva colchonera hizo con el más valioso de nuestros paisanos en Europa (después de Rafita Márquez, claro está).

El famoso Vasco hizo lo que ningún entrenador de los madridistas en los últimos diez años: meterlos a la Champions League y pelearle el título al Barcelona y al Real Madrid. Sin embargo, el inicio de este año ha sido catastrófico para Aguirre, ya que en lo que va del 2009 no consiguió una sola victoria, motivo por el cual la directiva rojiblanca decidió darle las gracias y dejarlo como uno de los solteros más codiciados de la cáscara mundial.

La aventura de Javier Aguirre en Europa comenzó después de ser el técnico nacional en el mundial Corea-Japón 2002, cuando el Osasuna (equipo en el que también militó como jugador) le dio las riendas para salvarlo del descenso. El Vasco no sólo rescató a los “rojillos” de la quema, sino que, además, los metió al torneo de la UEFA y los hizo contendientes constantes en los primeros sitios de la liga española.

Su gran trabajo con el Osasuna lo llevó a uno de los banquillos más castigados del fútbol europeo: el de los colchoneros. Aguirre tuvo problemas en su primera temporada con el Atlético, no obstante, la continuidad que le dieron y las contrataciones bomba que se hicieron provocaron que el equipo regresara a la Champions League después de once años de ausencia.

A pesar de su cese, el futuro de Javier Aguirre es prometedor, ya sea que se quede en el viejo continente y escuche ofertas de otros equipos o que regrese a nuestro rancho y que, ya que hablamos de mulas baquetonas, nos ayude a arriar a una mula tricolor que nomás no se levanta para seguir su camino rumbo a Sudáfrica 2010.