¿A quien le echamos la culpa?

Reflexiones

La Raza del Noroeste

Un giro inesperado tuvo la historia de Joshua Powell.

El domingo pasado, sucedió un evento que ha robado titulares nacionales e internacionales, en nuestra región. El padre de familia, Joshua Powell, quien era sospechoso de la desaparición de su esposa Susan Powell, hace 2 años en Utah, terminó por explotar su casa en las afueras de Puyallup, terminando no solo con su vida, sino también con la de sus hijos de 5 y 7 años de edad.

Después de una tragedia, hasta cierto punto maquiavélicas, son muchas las preguntas que desatan el dedo acusador.

El domingo, una trabajadora social, llevó a Braden de 5 años y a su hermano Charlie de 7 años, a la visita supervisada con Powell. Él les permitió la entrada a la casa a sus hijos más no dejo que la trabajadora social entrara. Ella llamó a la policía, pero cuando llegaron la casa ya había estallado en llamas.

Casi 8 minutos pasaron desde el momento que la trabajadora social llamó a la policía, hasta el momento en que el operador despacha la patrulla. La grabación de la llamada ha dado de que hablar. Muchas personas han exigido el despido y mejor entrenamiento para los operadores de emergencia. La tardanza y las preguntas innecesarias hechas a la trabajadora social han decepcionado incluso al detective del Departamento de Sheriff del Condado Pierce, Ed Troyer. Él le dijo a The Associated Press que la manera en que se contestó la llamada de emergencia no fue de la más correcta. Pero también agregó que no creía que un policía hubiese podido haber llegado a tiempo para prevenirlo.

Otra pregunta, es el por qué permitió el juez que las visitas fueran en la casa de Powell y no en un lugar neutral. Cuando en esa misma casa, el padre de Powell fue arrestado por tener en sus pertenencias pornografía infantil y por voyerismo.

Podemos hacernos preguntas hasta el cansancio, y podemos apuntar todos los dedos de la mano hacia diferentes personas o entidades, pero la realidad del caso es que el único responsable de lo sucedido es el propio Joshua Powell. El les quitó la oportunidad de vivir a sus hijos y dejó a los padres de Susan con una gran incógnita sobre la desaparición de su hija.