Hoy da inicio la Semana Nacional de Tecnología Radiológica (traducción automática). En todo Washington, miles de profesionales médicos utilizan la radiación como medio para diagnóstico, así como para curar e incluso guiar la atención de sus pacientes.
La radiación es perjudicial para el tejido corporal y en manos inexpertas puede ser peligrosa, pero en dosis pequeñas y controladas, administradas por profesionales capacitados, es extremadamente útil. En el Departamento de Salud, nos aseguramos de que los proveedores de atención médica lo mantengan a usted y a otros pacientes seguros durante los procedimientos con radiación. ¿Pero sabía que hay muchas otras formas en que la radiación entra en nuestras vidas?
Radiación en la medicina
La mayoría de las personas están familiarizadas con el hecho de ir al dentista o asistir a consulta con el médico y hacerse una radiografía. Sin embargo, no está demás que conozca un poco más de este procedimiento.
Los rayos X pasan a través de nuestros cuerpos y crean una imagen de lo que está pasando dentro. Hay muchos usos para las radiografías. Por ejemplo, algunas de ellas muestran nuestros huesos y dientes. La mamografía, por otra parte, se emplea para encontrar cáncer de mama en los tejidos. Las tomografías computarizadas (también conocidas como scan CT) toman muchas radiografías de diferentes vistas para crear una imagen tridimensional de determinadas partes en un paciente. La fluoroscopia muestra el movimiento dentro del cuerpo mientras va sucediendo y, a menudo, es usada en procedimientos quirúrgicos.
Radiación útil en los hogares
La radiación juega un papel muy importante para mantener a las personas seguras en casa. ¿Sabía que los detectores de humo contienen un elemento radiactivo? Una fuente blindada del elemento radioactivo llamado americio produce una corriente de partículas cargadas en el detector. Cuando este haz de partículas es interrumpido por el humo, el detector activa una alarma. Asegúrese de cambiar las baterías y mantenga a su familia segura con detectores de humo.
Los hornos de microondas son otra fuente de radiación en el hogar. Utilizan radiación electromagnética no ionizante para hacer vibrar las moléculas de agua en los alimentos. Esta vibración genera el calor que se traspasa a su comida para calentarla. Los interruptores de apagados automáticos y el blindaje de este tipo de horno, nos ayudan a mantenernos a salvo, pero aun así no debes pararte frente a ellos y es importante esperar a que se apague solo.
Algunos vasos, platos, relojes y otros artículos para el hogar vendidos hace décadas utilizaron material radiactivo en su coloración. El uranio, el torio y el potasio se utilizaron en esmaltes para platos hasta la década de los ´70. El elemento llamado radio hace que las caras del reloj brillen en la oscuridad. Los aviones en la Segunda Guerra Mundial utilizaron radio en los diales para evitar el uso de luces en la cabina. Algunas copas y platos brillan en verde brillante bajo la luz negra debido a la adición de uranio.
Y eso no es todo. ¿Sabías que los cigarrillos contienen radiactividad? Pequeños filamentos llamados “tricomas” en las hojas del tabaco se unen al radón, un elemento radiactivo natural abundante en la Tierra. Cuando el tabaco se quema y el humo se inhala, el gas radón adicional también se inhala, depositándose en el tejido pulmonar.
La radiación en el medio ambiente
La mayor parte de la radiación que recibimos proviene del medio ambiente natural. Los eventos de alta energía en el espacio (como las supernovas) crean radiación ionizante que se propaga y llega a nuestro planeta. A esta radiación la llamamos “rayos cósmicos”. ¡Pero no te preocupes! La atmósfera de la Tierra tiene la capacidad de filtrar estas partículas, sin embargo, debes saber que cuanto más alto se eleve, como en un vuelo en avión comercial, hay menos atmósfera para frenar estos rayos cósmicos. A modo de ilustración, un vuelo ida y vuelta entre Seattle y Orlando puede exponer a una persona a tanta radiación como recibir una radiografía del pecho.
Los ensayos de armas nucleares en la atmósfera de la Tierra, ahora prohibidos por un tratado internacional, produjeron elementos radiactivos que aún siguen circulando por toda la atmósfera. Cualquier forma de lluvia o precipitación puede traerlos a la superficie de la Tierra, pero sus concentraciones son demasiado bajas para causar efectos en la salud. En estos días, sabemos mucho más sobre los peligros de la radiación excesiva y nuestro trabajo es ayudar a mantener a todo Washington más seguro.
Nuestro estado de Washington tiene una historia única con la radiación debido al papel que cumplimos en la producción de toneladas de plutonio para las armas atómicas de EE.UU., en la Zona Nuclear de Hanford. El Departamento de Energía de los Estados Unidos es responsable de la limpieza de Hanford, mientras nosotros monitoreamos el medio ambiente para detectar cualquier radiactividad que pueda llegar a ser un riesgo para las comunidades.
Realizamos un seguimiento continuo a los niveles de radiación en el aire de todo el estado.
Además, el radón es un gas radiactivo que se produce cuando el uranio (que es naturalmente abundante en la Tierra) decae. El gas radón es un peligro si se inhala y si se acumula en espacios cerrados en el hogar puede generar que los pozos de agua para beber sean inseguros. Obtén más información sobre el gas radón en el sitio web del CDC.
En aulas de clase también puede haber radiación
Algunas clases de química, física y ciencias de la Tierra, en las escuelas públicas y privadas, usan material radiactivo. Según la Agencia de Protección Ambiental (sólo en inglés), es probable que en las clases se use “una cantidad muy pequeña de una fuente de baja energía, como lo sería un pequeño trozo de roca que contiene uranio natural de baja energía”. Las lecciones probablemente se centren en el blindaje o la protección.
Algunas señales de salida de emergencia utilizan el elemento radiactivo tritio. Cuando se mezcla con otros productos químicos, el tritio brilla, marcando las salidas de emergencia en caso de un corte de energía. Estos letreros tienen protocolos especiales para su manipulación y eliminación, y los propietarios de los edificios deben cumplirlos como parte de su responsabilidad.
La radiación se usa de manera segura a nuestro alrededor todos los días. Sin embargo, continuamente trabajando para mantener a los habitantes de Washington a salvo de la exposición excesiva y para deshacer los daños infligidos al medio ambiente en el pasado.
Si desea obtener más información sobre la seguridad radiológica, consulte RadTown de la Agencia de Protección Ambiental (sólo en inglés), de donde proviene gran parte de la información de este blog. También puede obtener información en línea sobre el trabajo que se está realizando en nuestra Oficina de Protección Radiológica (sólo en inglés).
Más información
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