Luego de los reportes sobre el trato preferencial a los donadores en la distribución de la vacuna, la alcaldesa Durkan le solicita al Department of Health del estado que reevalúe el modelo de distribución para priorizar a los más vulnerables

La alcaldesa insta al estado a redistribuir inmediatamente las vacunas de los proveedores que, según se descubrió, ofrecieron tratamiento preferencial.

Seattle (2 de febrero de 2021) – Luego de varios informes de investigación del periódico The Seattle Times, en los que se detallan importantes proveedores de atención médica regionales que proporcionaron acceso preferencial a la vacuna a los donadores y miembros de las juntas, la alcaldesa Jenny A. Durkan emitió un comunicado en el cual le solicita al Washington State Department of Health (DOH, Departamento de Salud del estado de Washington) que reevalúe el modelo de distribución de la vacuna para avanzar de forma equitativa y priorizar a los más vulnerables. Además, la alcaldesa le solicitó al DOH que prohibiera explícitamente la administración de la vacuna a los donadores financieros y a otras personas que reciben trato preferencial por razones financieras similares. Instó al DOH a redistribuir inmediatamente las vacunas a las pequeñas Community Health Clinics (CHC, clínicas de salud comunitarias) que tengan las mejores condiciones para vacunar a las comunidades BIPOC (Black, Indigenous, and People of Color; personas negras, indígenas y de color) y a los inmigrantes y refugiados, y a las entidades como la ciudad de Seattle, que están enfocadas en la distribución equitativa.

En todo el estado, la COVID-19 ha afectado de manera desproporcionada a las comunidades de color. En el condado de King, la COVID-19 ha afectado de manera desproporcionada a las comunidades latinas y negras. Las personas latinas representan el 25,2 % de los casos y, sin embargo, son solo el 10 % de la población en todo el país. Las personas negras representan el 12 % de los casos y, sin embargo, son solo el 6,4 % de la población en todo el país.

“El estado debe considerar urgentemente hacer cambios en el sistema y en las políticas de distribución de la vacuna. Es indiscutible que nuestras comunidades de personas negras, indígenas y de color han sido afectadas desproporcionadamente por las consecuencias sanitarias y económicas de la pandemia de COVID-19. Tenemos la obligación de garantizar que nuestra lucha contra la pandemia no intensifique las desigualdades, sino que se centre en permitir que las personas más afectadas tengan acceso al tratamiento, a la asistencia económica y, ahora, a las vacunas salvadoras”.

“A causa de las inequidades sistémicas que han existido durante generaciones, incluido el acceso desigual a la atención médica y a las oportunidades económicas, las comunidades BIPOC han sufrido más impactos en la salud y más pérdidas económicas devastadoras. Las comunidades de color no solo sufrieron impactos desproporcionados por la COVID-19; muchas comunidades BIPOC dudan en vacunarse contra la COVID-19 a causa del racismo sistémico perpetuado por el gobierno y por el sistema de atención médica. Lamentablemente, las historias recientes de trato preferencial a los donadores financieros por parte de los proveedores, en conjunto con las dificultades de las comunidades para vacunar a sus miembros más vulnerables, demuestra más crudamente que estos sistemas les están fallando a las comunidades de color. Esto está erosionando la confianza en el gobierno en un momento en el cual la confianza del público es fundamental para la salud y la recuperación de nuestras comunidades. Deben tomarse medidas correctivas ahora”.

“Hasta que tengamos un mayor suministro de vacunas disponible, el estado debe modificar de inmediato la distribución a fin de priorizar a los proveedores de atención médica de la comunidad y proporcionar una cantidad significativamente mayor de dosis a entidades como la ciudad de Seattle, que se están esforzando por vacunar a los miembros más afectados y vulnerables de la comunidad”.

“De forma generalizada, los miembros de nuestras comunidades BIPOC están quedando afuera, y enfrentan una variedad de obstáculos, como la falta de acceso a los proveedores de atención médica, la falta de acceso a Internet para programar una cita o barreras de idioma y accesibilidad. Sé que, en general, los proveedores de atención médica han estado trabajando duro para continuar brindando servicios al público, pero es inaceptable que los grandes donadores y los miembros de las juntas de los hospitales reciban ‘acceso especial’ a las vacunas, y es particularmente indignante cuando, al mismo tiempo, muchos centros de salud comunitarios están teniendo dificultades para acceder a las vacunas. Estos centros de salud locales son exactamente lo que necesitamos en esta lucha, porque están mejor posicionados para llegar a las comunidades que han sido desatendidas a lo largo de la historia y a aquellas que tienen dudas sobre colocarse la vacuna”.

“Mientras hacemos un esfuerzo por administrar las vacunas de manera rápida y equitativa, sabemos que nuestros centros de salud comunitarios ya han desarrollado relaciones confiables. En un modelo de distribución del suministro limitado de la vacuna que está centrado en la equidad, esos centros deberían estar arriba de la lista de prioridades, no como segunda opción”.

“El trabajo que tenemos por delante para vacunar a la comunidad es un desafío único en una generación. Todos nosotros, en cada nivel del gobierno, y nuestros muchos socios comunitarios importantes, debemos trabajar diariamente para garantizar que la vacuna llegue a las personas que más la necesitan. Esto es especialmente importante en este momento, cuando el suministro de la vacuna es tan limitado. La ciudad de Seattle espera que nuestro acceso a la vacuna aumente para que podamos incrementar los esfuerzos de vacunación de manera significativa”.