Paralizada construcción de puente nacional

TORNILLO, Texas, EE.UU. (AP)

Jesse Grado camina cautelosamente al lado de un soldador cuya obra emite un chorro de chispas y una cuadrilla de obreros que deposita grandes bloques de cemento, parte de la construcción de un puente sobre el río Bravo, en la frontera entre Estados Unidos y México.

Se suponía que para este mes el proyecto quedaría concluido, creando un masivo centro de trámites de inmigración y aduana que conformaría un cuarto punto de cruce internacional capaz de lidiar con el comercio que viene de Ciudad Juárez.

Las autoridades aspiraban a que el proyecto, a un costo de 96 millones de dólares, impulsaría la economía local, generaría la construcción de fábricas y aliviaría el tránsito de camiones, que actualmente se ven obligados a pasar por dos congestionados cruces entre Ciudad Juárez y El Paso.

Pero casi dos años después de la ceremonia para el inicio de obras, no se ha movido ni un balde de arena del lado mexicano.

El gobierno mexicano no le ha asignado un presupuesto al proyecto y por lo tanto las obras están paralizadas, sin fecha de reanudación.

Entretanto, los camioneros locales no dejarán de usar los cruces establecidos, al menos hasta que surjan nuevas industrias en la zona, lo cual podría tardar años.

“Para mí, esto no tiene sentido”, expresó Manuel Sotelo, propietario de una empresa camionera y presidente de la asociación de camioneros de carga de Ciudad Juárez. “Seguro que es uno de esos proyectos que alguien en Washington inventó en su escritorio”.

Los camioneros que transportan mercancía desde Ciudad Juárez dicen que usar ese puente les obligaría a manejar una hora hacia el este para llegar al cruce nuevo, y luego pasar otra hora regresando para descargar la mercancía en El Paso, Texas.

Hasta ahora, el poblado fronterizo de Tornillo no ha pactado acuerdo alguno con la industria.