Trabajadores jamaiquinos reemplazan a mexicanos en cultivo del centro de Washington

Associated Press

con información de Wenatchee World

BREWSTER, Wash. (AP) — Se acabó el pánico.

Cinco meses después que la empresa “Gebbers Farms” despidió un número indeterminado de trabajadores indocumentados, tras una auditoría federal, trabajadores temporales jamaiquinos han comenzado a llegar para llenar algunas de las vacantes.

Es una buena señal para este pueblo, donde residentes que habían trabajado en el cultivo por 10 y 20 años fueron despedidos, luego de una acción del ICE el pasado Diciembre.

Meses después algunos dicen que el impacto no ha sido tan grande como se temía; muchos se quedaron, o se fueron y regresaron.

El Distrito escolar, que se preparaba para una baja en el número de estudiantes matriculados, mantuvo su cantidad estable, actualmente 912 estudiantes.

Aunque algunos trabajadores se fueron del pueblo en busca de trabajo en otra parte, algunos negocios dicen que lo peor ya pasó, y con la llegada de nuevos trabajadores hay esperanza de que las cosas mejoren.

En esta zona la gente está acostumbrada a la mano de obra inmigrante; esta vez en lugar de trabajadores de México están recibiendo hombres de Jamaica, que llegan a vivir al recién construido campamento de Gebbers Farm, pocas millas al noreste del pueblo.

El campamento está hecho de edificios de blanco brillante separados por corredores, con un edificio mas largo enfrente, donde docenas de hombres comen se lavan después de la cena, o se sientan alrededor de una mesa centra, para ver televisión.

Algunos no quieren hablar, pero los que lo hicieron tenían pocas quejas, a pesar del clima frío y lluvioso, tan diferente a su isla tropical.

“Yo sé que va a calentar, el mes próximo”, dijo Leon Campbell a la entrada de uno de los campamentos.

Campbell, de 39 años, dijo que extraña a su hija de 16 años y su hijo de 10, que quedaron en el poblado de St. Mary, Jamaica, “Los llamo y hablo con ellos unas dos veces por semana”, dijo.

El trabajo en los campos es “muy duro”, dice Campbell, un constructor y carpintero en su tierra natal, dice que las casas son cómodas y que está contento de tener trabajo, aunque quisiera que Brewster fuera más cerca de Seattle; “Esta es la última esquina de América”, dice.

Gebbers Farms, un negocio de familia que opera una empacadora y una huerta de cinco mil acres, declinó comentar sobre los cambios en su fuerza laboral.

Pero la presencia de por lo menos 100 jamaiquinos, con otros aparentemente en camino, no es secreto para nadie.

El Sheriff del Condado Okanogan, Frank Rogers, declaró que a él le han dicho que los trabajadores temporales llegarán por etapas.

“Es excelente, son un gran grupo, amables y agradables para conversar con ellos”, dijo “me parece increíble estén tanto tiempo lejos de sus familias, supongo que eso es difícil”, agregó.

El Alcalde de Brewster, Lee Webster, dice que el programa de trabajadores temporales es una solución al asunto de la inmigración, y dijo que los trabajadores jamaiquinos se quedarán hasta el 1 de Octubre.

“Nos gusta tenerlos, ¿por qué no? Los he visto en las calles, son amistosos cuando salen”.

Webster, sin embargo, dice no saber si la disminución de actividad en los negocios se debe solo a los despidos masivos de Diciembre.

“(La actividad) no ha vuelto a sus niveles anteriores a ese episodio”, dijo.

Enrique Campos, dueño de “La Moda”, un almacén de ropa, dice que las ventas aún son muy bajas, y que no cree que los trabajadores temporales devuelvan al pueblo la actividad que tenía; el dice que los trabajadores temporales en general no compran como lo hacen los residentes locales.

“Vienen a trabajar pero no gastan dinero, lo guardan para enviarlo a casa” dijo Campos.

Pero para otros los negocios si han mejorado.

Esteban Camacho, que maneja la tienda y panadería “La Milpa”, dice que están teniendo nuevos clientes; él cambia cheques y dice que tuvo una larga fila de jamaiquinos el día de pago.

“Vienen y compran tarjetas de llamada, y les gusta también algo de los alimentos que vendemos aquí”, señaló.

El negocio “regresó a la normalidad” dijo, “yo creo que los que se quedaron consiguieron trabajo en otro lado; yo todavía veo la mayoría de la misma gente de seguro se quedaron”.

N. del E: Brewster es un pequeño poblado ubicado una 20 millas al noreste del lago Chelan, en el centro-norte del estado.