Por Cónsul Patricia Garduño
Cónsul de México en Seattle
El pasado 8 de marzo celebramos el “Día Internacional de la mujer” y quisiera aprovechar este espacio para felicitar a todas las mujeres.
Este día nos debe motivar para reflexionar acerca de la condición de la mujer en el mundo, y colocar el tema de los derechos humanos de las mujeres en un lugar preponderante de la agenda política nacional (es decir, domésticamente en cada uno de nuestros países) e internacional.
En el caso de México, la condición de la mujer es un asunto de alta prioridad para el gobierno que encabeza el Presidente Felipe Calderón.
Sabemos los retos y dificultades que enfrentamos millones de mujeres en nuestros países para lograr ser tratadas como ciudadanas plenas, por lo que todas y cada una en el lugar en donde estemos y en la actividad que desarrollemos debemos redoblar esfuerzos para el pleno reconocimiento de nuestro lugar en el mundo.
Mientras exista una sola niña o mujer que por su sola condición de ser mujer sea discriminada, violentada, vejada o humillada no podemos sentirnos satisfechas.
Por eso además de felicitar a todas mis paisanas y compatriotas, por todo lo que se ha avanzado, y exhortarnos a todas para no bajar la guardia y seguir trabajando, tenemos que hacer un reconocimiento a todas esas mujeres maravillosas por su lucha de años que ha sido larga y silenciosa y aun no concluye.
Desde hace ya un largo tiempo lucharon primero por los derechos laborales, por los derechos a la educación, por los derechos políticos, por el derecho a la salud, a una vida libre de injusticia, por los derechos humanos y lo más importante, por la dignidad.