Aliada contra la diabetes

Georgina Montalvo Agencia Reforma

Aunque es una leguminosa poco afamada entre los mexicanos, está comprobado que incluir productos de soya en la dieta de personas con diabetes tipo 2 conlleva beneficios para el control de la enfermedad, esta sí cada vez más popular en el País: según la Federación de Diabetes, ya afecta a más de 9 por ciento de la población de entre 20 y 79 años, es decir, a más de 6 millones.

En el marco del décimo quinto Congreso Latinoamericano de Nutrición, celebrado recientemente en Santiago de Chile, Ratna Mukherjea, doctora en Nutrición por la Universidad de Maryland, aseguró que consumir 25 gramos diarios de proteína de soya reduce el riesgo de desarrollar enfermedades cardiacas, pues esta proteína de origen vegetal aporta menos grasa saturada y colesterol que las proteínas de origen animal.

“Se ha comprobado científicamente que la soya actúa disminuyendo los niveles de colesterol y es una excelente alternativa en la dieta diaria de las personas que deben consumir alimentos libres de éste”, comentó al respecto Rosa María Aguilar, presidente de la Asociación Nacional Mexicana de Educadores en Diabetes.

La enfermedad cardiaca suele ser una complicación de la diabetes cuando los pacientes no están controlados en sus niveles de glucosa y tienen sobrepeso. De hecho, es tres veces más probable que sufran alguna enfermedad del corazón o un ataque cerebrovascular.

Otro de los beneficios para los pacientes es la prevención de daño renal, comentó Allison M. Duncan, profesora adjunta del Departamento de Salud Humana y Ciencias Nutricionales de la Universidad de Guelph, en Ontario.

Mayor saciedad

La proteína de soya también aumenta la sensación de saciedad en los pacientes, sin importar si se ingiere de manera sólida o líquida, explicó Mukherjea.

Sin embargo, en cada producto de soya se debe considerar el resto de los ingredientes.

“Importa qué más contiene el alimento; por ejemplo, una barra de soya también contiene fibra y eso aumentaría el nivel de saciedad, pero si tiene alto contenido de azúcar y chispas de chocolate, el efecto sería distinto”, advirtió.

Incluso, estudios tanto en animales como en humanos han revelado que las dietas ricas en proteínas aumentan la saciedad más que las dietas ricas en carbohidratos, con lo que se logra consumir menos alimento y reducir el peso.

En México

La disponibilidad de otro tipo de proteínas en el País, la mayoría de origen animal, como la carne y el huevo, provoca que la soya sea un alimento poco considerado por la población en general. Así es que quien intente integrar la soya a su dieta no debe abandonar el consumo de otras fuentes de proteína.

“Una persona normal o con diabetes sin daño renal requiere que el 15 por ciento de las calorías diarias provengan de proteínas, mismas que también están contenidas en cereales, verduras, leche, carnes y otras leguminosas”, sugiere Aguilar.

La soya se encuentra en:

-Proteína aislada de soya. Se integra a productos a base de carne y lácteos.

-Proteína de soya concentrada. En polvo se usa para complementar productos cárnicos procesados; y granulada, en formulaciones de carne molida.

-Proteínas texturizadas. Pueden ser el ingrediente básico de salchichas, hamburguesas, albóndigas y platos vegetarianos.

-Lecitinas de soya. Se incluye en chocolates, margarinas, batidos instantáneos y gomas de mascar.

-Fibras de soya. Por su sabor neutro y color claro, se emplea en cereales y bebidas.

-Harinas de soya. Puede ser la base principal de alimentos horneados. Fuente: Solae