¡Bien derechita!

Érika Dávila

Agencia Reforma

Aunque la mayoría de las ocasiones no te detengas a pensarlo, muchas de las actividades que realizas no son ejecutadas correctamente y esto puede manifestar, con el paso del tiempo, graves consecuencias.

Mantener una buena postura no significa evitar tomar algo del suelo, ni moverte lo menos posible, sino simplemente realizar los movimientos necesarios de la manera más correcta.

“Si todos los movimientos que realizamos durante el día y la noche, como caminar, sentarse y dormir, entre otros, se hacen correctamente, el peso del cuerpo se distribuye de forma uniforme por la columna, lo cual ayuda a disminuir el riesgo de padecer alguna lesión de la espalda”, indica el Dr. Luis Valverde Galindo, especialista en traumatología y ortopedia.

“Dormir boca arriba o de lado con una almohada entre las piernas, recoger un objeto del piso flexionando las piernas y evitando al máximo doblar la espalda, y manejar con el respaldo recto sin estar muy alejada de los pedales son parte de las acciones que denotan una buena postura”, comenta.

De hecho, la rigidez, el dolor dorsal y el dolor lumbar son síntomas de una mala postura.

Normalmente, la persona se siente cansada en las mañanas por ejemplo, quien duerme boca abajo dice que mantiene el sueño durante una buena cantidad de horas, pero amanece con

Cansancio y dolor

de espalda.

Es que el hecho de no realizar los movimientos de la forma correcta trae difíciles desenlaces.

“El ser humano biomecánicamente está diseñado para mantener una postura adecuada durante su vida diaria. Manejar incorrectamente, dormir boca abajo o doblar la espalda para recoger algún objeto del suelo son malos hábitos que, a final de cuentas, lastiman la columna”, menciona.

Definitivamente, agrega el especialista, una mala postura acarreará lesiones en ésta, además de desgaste articular y degeneración discal, que puede llegar a dañar alguna raíz nerviosa.

“El beneficio de mantener una buena postura es amplio, no sólo en cuestión de salud al disminuir el riesgo de padecer enfermedades de la columna, sino que estéticamente una persona se ve mejor cuando procura cuidar sus movimientos”.

Valverde Galindo indica que no se puede precisar si en la actualidad se ha dado mayor o menor cantidad de problemas a causa de una mala postura en la mujer, pero sí se confirma que estos hábitos son parte de la educación que se recibe a corta edad.

“Esto es un principio fundamental de la educación, tanto escolar como del hogar. Una niña o niño aprende lo que ve, y si los padres no corrigen sus malas posturas, el hijo las aprenderá como algo normal.

“La prevención de daños a nivel de columna es fundamental”, señala. “Los malos hábitos de postura son fáciles de corregir, pero las lesiones de columna son de los problemas más complejos de reparar”.

Cuando algún síntoma de mala postura aqueja, Valverde menciona que lo más indicado es acudir a consultar y dejar a un lado la creencia de que esos dolores se acabarán con un simple masaje.

“Si es necesario, el médico indicará la toma de radiografías y, en caso de comprobar algún daño, recetará medicamentos adecuados, así como el uso de fajas o terapias de rehabilitación.

“Muchas de las veces no hay daños específicos, sino que el síntoma se soluciona con ‘higiene de la columna’: saber cómo dormir, cómo levantar objetos del piso o cómo sentarse”, explica.