Cuando la Infidelidad llega…

Natalia Vitela

Agencia Reforma

Cuando el vínculo amoroso se ve atacado por la infidelidad sufre igual que un corazón infartado: el dolor es intenso, nada vuelve a ser igual y durante la crisis existe la posibilidad de morir, pero también de vivir, incluso, en mejores condiciones.

De la misma forma que los infartados se ponen en manos del cardiólogo, la pareja debería ponerse en las manos de un psiquiatra o psicólogo antes de tomar cualquier decisión.

Si eso sucediera, los suicidios, homicidios o rupturas tormentosas tras una infidelidad irían de más a menos. El problema es que menos del 5 por ciento de las parejas con esta problemática acude a terapia para resolver la situación de la mejor manera, pese a que la infidelidad es un problema habitual, asegura Mario Zumaya, psiquiatra experto en infidelidad.

Lo común, afirma el autor de La Infidelidad. Ese Visitante Frecuente (Raya en el Agua), es que si la mujer es la ofendida inmediatamente le hablé a su familia o amigas, lo cual es contraproducente.

Entre menos personas estén involucradas en el asunto es mejor, pues después tienen que arreglar el impacto de esta noticia

en terceros”.

También suelen contarle a los hijos, abandonar el hogar o acuden de inmediato con un abogado para tramitar el divorcio.

Los varones, por su parte, suelen alcoholizarse y ejercer violencia física y verbal en contra de la pareja o del amante. “Por cada 10 varones que responden violentamente, sólo una mujer actúa de la misma forma”.

María Fernanda Valle Corcuera, psicoanalista del Instituto de Investigación en Psicología Clínica y Social, afirma que uno de los principales rasgos de las personas que son infieles es que son muy demandantes, así que es muy difícil que su pareja cumpla con todas sus expectativas, por lo que deciden buscar otra para que se las satisfaga.

Además, precisa, la infidelidad es el resultado de conflictos no resueltos en la pareja.

Terapia sí

Zumaya considera que es en terapia donde la pareja debe decidir si acabar o continuar con la relación. Si se inclina por lo primero, la idea de que esté bajo tratamiento terapéutico es que lo haga de la mejor manera posible.

“De 10 parejas que acuden a psicoterapia por infidelidad cinco se divorcian, de este número tres lo hacen civilizadamente”.

Cuando se tome las decisión del divorcio entonces sí es conveniente hablar con los hijos de lo que sucedió, pero jamás comunicárselo de manera unilateral.

Si los miembros de la pareja deciden seguir juntos, el especialista deberá despejar en la medida de lo posible las dudas que asaltan tanto a quien fue engañado como al que engañó.

El experto indica que de las cinco parejas restantes que deciden continuar con la relación, dos tienen un divorcio emocional.

“Siguen viviendo juntos por razones de tipo económico, social, profesional, por los hijos… Las tres restantes tendrán una relación buena o mejor que la que tenían.

“La única razón para continuar con una relación de pareja después de una infidelidad es que el vínculo sea mejor de como estaba”, señala.

Asegura que la pareja puede rehabilitarse y aprender a llevarse mejor, a discutir y a tener mejores relaciones sexuales.

En cifras:

Según el psiquiatra Mario

Zumaya son infieles:

Ÿ 60 por ciento de los varones

Ÿ 45 por ciento de las mujeres

Y sólo…

Ÿ 5 por ciento de las parejas con el problema acude a terapia

Las ventajas

La infidelidad se define como una relación interpersonal que se da por fuera de una pareja que supone, tácita o explícitamente, una exclusividad emocional y erótica.