Jessica Castañeda

Agencia Reforma

Por ello, para las mujeres que llegan a los 40 años o más, o incluso desde los 35, es una obligación practicarse el estudio una vez al año. Sin embargo, sobre el vital tema, ha surgido la controversia.

Todo inició el 16 de noviembre, cuando la US Preventive Services Task Force (Unidad Especial de Servicios Preventivos de Estados Unidos), agencia independiente, pero financiada por el Gobierno estadounidense, estableció como innecesario el estudio en mujeres antes de los 50.

También aconseja a las mujeres de los 50 años hasta los 74, no hacerse la mamografía anualmente, sin cada dos años.

Lo que recomienda el organismo es que las mujeres en sus 40 hablen con sus médicos sobre los beneficios y los riesgos del estudio, siempre y cuando ellas no tengan condicionantes genéticas que las pongan en el grupo de alto riesgo.

Agrupaciones médicas como la American Society of Breast Disease, consideró que estas recomendaciones sólo confundirían a las personas.

“En un momento en el que se cuentan con pocos recursos de salud, la prevención y la detección temprana continúan siendo las formas más efectivas para controlar la carga económica y humana que significa el cáncer de mama”, dice la sociedad en una declaración enviada a sus miembros.

“Aconsejar a las mujeres de 40 años y mayores que no se hagan un estudio anual (sino bianual) porque no tienen historia familiar de la enfermedad, es imprudente, irresponsable y pone sus vidas en un riesgo innecesario”.

La fundación Susan G. Komen for the Cure, una de las más grandes asociaciones que abogan por la investigación y la preparación de médicos especializados en cáncer de mama, reaccionó también con un comunicado.

La mamografía no es perfecta, pero sigue siendo nuestra mejor herramienta para detección temprana y un exitoso tratamiento. Es urgente que existan recomendaciones más individuales y nuevas formas de hacer los estudios”, – afirma la agrupación.

“Motivamos a las mujeres a que sean conscientes de la salud de sus senos, entiendan los riesgos y continúen con las recomendaciones actuales de rutina, incluida la mamografía a partir de los 40 años”.

¿ES NECESARIA O NO?

El reporte de la unidad de servicios preventivos señala que las mujeres más jóvenes tienen menos que ganar y más que perder con la mamografía.

La razón, dice el documento, es que sólo reduce el riesgo de muerte por cáncer de mama en un 15 por ciento y el riesgo de ser diagnosticados a los 40 es sólo del 1.4 por ciento. Así que el impacto absoluto es muy bajo.

Pero para mujeres como Maribel Camargo, a quien le detectaron el cáncer gracias a una mamografía, ya que se sintió algo en el seno a los 36 años, esta recomendación está fuera de utilidad.

“Es muy necesaria hacértela desde los 35 porque ha habido muchos casos que se detectan en jóvenes y sin antecedentes, como es mi caso”, dice la voluntaria de la organización regiomontana Unidas Contigo.

“Imagínate qué me hubiera pasado si me la hago hasta los 50, entre más avanzado el cáncer, hay menos posibilidades de curarse”.

Por otro lado, el riesgo, no por el procedimiento, sino en lo emocional, es muy alto, pues en las más jóvenes es muy posible obtener un falso positivo, estima el reporte.

“Si la mujer de 40 años se hace una mamografía cada año, a lo largo de 10 años por lo menos el 70 por ciento de ellas va a tener una anormalidad que va a requerir una biopsia, que implica estrés, nervios y que no va a ser nada”, explica el oncólogo César González de León.