Desenrosque la historia

Staff Agencia Reforma

Mágica aparición

La primera referencia que se hace de los reyes se encuentra en el Evangelio según San Marcos.

Sin especificar nombres, número o nacionalidades, el escrito narra el viaje sin descanso y destino fijo realizado por unos magos venidos de Oriente a consecuencia del nacimiento del Rey de los Judíos.

Llenos de regocijo por el anuncio, persiguieron una estrella deslumbrante que los guió hasta un humilde establo en Belén, donde encontraron al Mesías postrado en un pesebre y adorado por sus padres.

No fue sino hasta el Siglo 4 de nuestra Era, cuando la Iglesia Católica estableció esta fecha como fiesta, muestra fidedigna de un hermoso acto de amor.

¿Quiénes eran?

Para algunos historiadores estos hombres pertenecían a una tribu llamada Los Magos, que practicaban el sacerdocio en Persia y Babilonia y tenían amplio conocimiento en teología y astrología. Por esta razón se les conoce mundialmente como los “Magos de Oriente”.

También se les bautizó con los seudónimos de sabios y reyes, debido a su amplio conocimiento.

Un códice encontrado en la biblioteca de París durante el Siglo 7, cita que estos magos se llamaban Melchor, representado por un hombre anciano de barbas blancas; Gaspar, con apariencia de un joven rubio; y Baltasar, de tez negra y barbas onduladas.

La diversidad de razas de los magos hace alusión a la gama de pueblos existentes en el mundo, quienes en signo de adoración llevaron oro, regalo digno de reyes, incienso, indispensable para la adoración de dioses y mirra, símbolo de la mortalidad del Mesías.

Para los mexicanos, los reyes fueron conocidos gracias a los misioneros católicos que difundieron desde el Siglo 16, el episodio protagonizado por estos sabios.

Los mismos misioneros introdujeron más tarde el hábito de dar obsequios a los pequeños, al igual que lo hicieron los Magos con Jesús.

Independientemente del lugar de origen, en algunos hogares los niños siguen dejando sus zapatos cerca del árbol de Navidad, esperanzados por encontrar el obsequio deseado el amanecer del Día de Reyes.

¿Qué representan?

La llegada de los tres Reyes Magos está llena de significados. Para unos ellos representan las principales razas de la humanidad conocidas en ese entonces, pues todavía no se tenía el conocimiento de la existencia de otro continente. Con esto se quiso dar a entender que el nacimiento de Jesús es significativo para todos, sin distinción de razas, costumbres o creencias. En síntesis, la llegada de los tres Reyes Magos significa el reconocimiento incontrastable del Mesías como único redentor.

Por otro lado, hay quienes dicen que la llegada de los Reyes Magos quiere decir que el poder y la ciencia rinden reverencia al Mesías.

Muchos no toman en cuenta estas interpretaciones y sólo ven a los Reyes Magos como personas muy generosas que cada año llevan regalos a los niños. México y los Reyes Magos

En México, la costumbre de dar regalos a los niños el 6 de enero es una celebración muy arraigada. En algunos lugares, y en algunas familias, no se reconoce ninguna otra figura obsequiesa, como por ejemplo, a Santa Clos. Miles de niños mexicanos esperan a los Santos Reyes para que les traigan regalos. El 6 de enero, los pequeños despiertan ansiosos por ver sus juguetes y regalos. Antes, han puesto en un zapato una carta en la que les piden sus regalos preferidos.

Sin embargo, en México la tradición de los Reyes Magos no se celebra únicamente con los regalos ; también existe otra costumbre muy arraigada : la rosca de Reyes.

Tiene la rosca historia redonda

La rosca no es tal, es un pan oval, cuya forma actual es atribuida al aumento del número de invitados a la merienda del Día de Reyes Magos. Salvador Verti, en su libro “Tradiciones Mexicanas”, señala esto como posible origen de la desfiguración de un pan que, como su nombre lo indica, debió ser redondo, una rosca.

El comensal que resulte agraciado con la imagen del Niño Jesús, a quien nadie llama por su nombre, sino que lo designan como “monito”.

Se conviertira en el padrino del Niño Dios de la casa.

No obstante haber corrido el riesgo de atragantarse con el juguete, el autor del hallazgo será el anfitrión de la tamalada del 2 de febrero, Día de la Candelaria.