En vacaciones, ¡Cuida tu salud!

(Agencia Reforma)

¿Te quedaste encerrado en tu habitación por insolación, gastritis, o por la cruda, mientras tu familia se fue a nadar en el mar, a recorrer la ciudad o a caminar por las montañas? Si has soñado, desde que empezó el año, con estar en la playa, en el pueblito o conviviendo con la naturaleza, no dejes que los excesos arruinen tus ansiadas vacaciones. Hay aspectos a los que los expertos recomiendan poner especial atención en estos días en que te liberas un poco de la rutina: La comida y la bebida, la exposición al sol, los gastos y las desveladas. Chécalos, porque de ellos depende, en mucho, que pases unas agradables vacaciones.

PREVÉ LOS KILITOS DE MÁS

Las vacaciones son para consentirse. Y qué mejor fiesta que la comida y las bebidas, disponibles en las porciones que quieras y cuando quieras, si es que vas a un programa de todo incluido. Si le das rienda suelta a tus antojos, no te extrañe regresar a casa con 5 kilos de más, que en nada te ayudarán.

¿Que puedes hacer para evitar excederte?

-Trata de tomar tus alimentos a la misma hora, no te brinques comidas ni llegues a los restaurantes muerto de hambre.

– Evita las comidas rápidas y si te da hambre entre comidas, procura comer jícama o pepino. » En la mesa trata de no terminarte el pan y la mantequilla que pongan al centro. De entrada es recomendable que comas verduras crudas, que pidas sopas de verduras, platillos a la plancha o al vapor y de postre, frutas frescas.

– Pregunta siempre de qué tamaño son las porciones de los platillos y cómo están preparados. Tal vez puedas compartir si el platillo es grande.

-Si tus hijos tienen hambre antes de las horas de comida o salen de paseo, puedes llevar zanahorias crudas, barras de granola o galletas integrales con fibra o un sandwich con jamón de pavo. » Prefiere siempre las bebidas que no tengan gas y que sean bajas en azúcar.

– En cuanto a las bebidas alcohólicas, las consecuencias de sus excesos son conocidas. Además de la resaca, puede haber problemas digestivos al día siguiente que se pueden confundir con el hambre.

-Si te gustan mucho las bebidas tropicales, como las piñas coladas o las margaritas, puedes tomarte una para quitarte el antojo, pero no es recomendable tomarlas todo el tiempo.

-Una piña colada tiene entre 400 y 800 calorías! Es casi lo mismo que si te comieras una suculenta hamburguesa.

-Un whisky en las rocas tiene 150 calorías, lo que equivale a una porción de grasa.

– Y recuerda, ¡vas de paseo, no a pasarte la mitad de tu estancia metido en un restaurante! Camina, recorre las ciudades, siente la arena en los pies y disfruta el tiempo en familia en espacios abiertos.

CUIDADO CON EL SOL

Ésta es tu oportunidad del año para agarrar colorcito en la piel. Seguramente no querrás desaprovechar ningún minuto para acostarte debajo del sol. Hazlo, pero sigue ciertas reglas para evitar quemaduras superficiales, enrojecimiento o aparición de ampollas, que se considera una quemadura de primer grado.

¿Checa estos tips:

-Será mejor que los primeros días utilices un bloqueador con un factor de protección solar de 30 o superior. Si tienes afecciones como paño, urticarias o lupus, deberás usar uno más alto.

-Conforme pasen los días, puedes aplicarte uno de menor denominación, ya que se irán estimulando los melanocitos que son los que producen la melanina, el color oscurito, que es tu protección natural contra el sol.

– No olvides que los niños son más sensibles al sol. No es recomendable exponer directamente al astro rey a los menores de un año. Para los mayores, existen protectores especiales tanto para niños pequeños como para los más grandecitos, que no tienen los compuestos químicos que tienen los de adulto.

– Asegúrate que los pequeños usen gorra, ropa que los proteja directamente de los rayos solares y, de preferencia, que estén debajo de alguna palapa.

-El bloqueador se deberá aplicar 30 minutos antes de salir a la playa o la alberca, y lo ideal es que cubra todas las áreas que estarán expuestas. Cada dos horas deberás repetir el procedimiento, además de aplicar protector solar una vez que salgas de la alberca o el mar.

– Para las personas con problemas de acné, son mejores los protectores en gel o spray.

– Si se te pasó la mano y tienes la piel enrojecida y te arde, no te expongas más al sol, utiliza cremas humectantes y alguna crema con hidrocortisona al 1 por ciento, no superior, que encuentres en las farmacias.

– Si salieron ampollas y hay fiebre, acude al médico.

DESCANSA, POR FAVOR

Cuando regresas de vacaciones, ¿te sientes más cansado que cuando te fuiste? Seguramente se debe a que te desvelaste todos los días, quizá caminaste un buen rato durante el día, te levantaste tarde y no alcanzaste el desayuno. Para que no suceda eso, sigue estas recomendaciones:

-Trata de seguir con tu rutina de siempre. Duerme las horas que necesitas para levantarte fresco así es que no atiborres tu agenda del día con miles de actividades. ¡No quieras comerte el pastel de una mordida!

– Aprovecha los días de descanso para desconectarte de tus presiones laborales o escolares. Apaga tu celular, por favor, olvídate de tus e-mails y dedica un tiempo a escuchar música serena. No hagas nada mas que eso, disfrutar la música.

– Si se te hace un poco tarde para alcanzar al resto de la familia para ir a desayunar, no te preocupes en exceso. No vale la pena.

– Tómate un baño con agua caliente con calma, como no lo puedes hacer en el ajetreo diario. Si te tocó tina en el hotel, úsala.

– Aprovecha las las clases de yoga o los masajes que te ofrezca el hotel en el que te hospedes. Y un tip: Una persona que ronca, tiene pesadillas, mueve las piernas durante la noche sin darse cuenta, puede tener trastornos del sueño o mala higiene del sueño que la cansen más. Si te cuesta trabajo respirar, cuanto más tiempo estés en la cama, más te cansarás por el esfuerzo que estás haciendo para llevar el aire a tus pulmones.

CARGA SÓLO EL DINERO NECESARIO

La mejor forma de disfrutar las vacaciones, desde el punto de vista financiero, es planeando un presupuesto de gastos. Ese presupuesto divídelo en los días de estancia y luego decide qué tiene prioridad, generalmente son los alimentos, la transportación y las salidas. Consiéntete, pero no permitas que el placer instantáneo de una compra compulsiva, el desvelo diario o la búsqueda del bronceado perfecto terminen siendo contraproducentes.