Este verano disfruten y aprendan

Cristóbal Martínez

Agencia Reforma

El verano se acerca y con él las vacaciones de los niños. Tal vez sea hora de buscarles un curso o campamento de verano donde se diviertan al mismo tiempo que aprenden nuevas cosas.

La psicóloga infantil Virginia Adame Favela comenta que, más que una forma para que el menor pase el tiempo fuera de la casa, este tipo de actividades se deben planear como una manera de enriquecer y fortalecer el desarrollo del infante.

“La idea es que el niño pueda ocupar su tiempo libre en actividades que lo puedan relajar y las cuales pueda disfrutar; convivir con otros niños, trabajar en grupo y que aprendan cosas que les puedan servir como personitas en crecimiento, para la escuela y para la vida”, dice.

Antes de inscribir a un hijo a un curso de verano es importante tomar un tiempo para hablar con él sobre sus inquietudes e intereses, pues de otra forma las actividades serán más una carga que un aprendizaje.

“Los papás deben de considerar las capacidades físicas del niño, los intereses, qué le gusta al niño hacer, también las carencias, por ejemplo, si el niño no anda muy bien, por ejemplo en el inglés, a lo mejor convendría que lo estudiara”, afirma Adame Favela.

Otro factor decisivo para hacer del verano una aventura confortable para los pequeños es la edad, pues es conveniente buscar algo de acuerdo a su desarrollo.

“Los cursos son ideales para los niños de primaria, que son mucho más activos, que están siempre tratando de conocer un poco más su mundo. Son la edad ideal, desde los 6 años de edad hasta los 12 ó 13”, dice la especialista.

“Los campamentos son para los que son un poco más grandecitos, un poco más independientes”

En el caso de que el niño decida estudiar durante el verano, es importante que, más que una asignatura escolar, busquen opciones que complementen este aprendizaje.

“A lo mejor el niño no está en una escuela de arte, pero le encanta dibujar, pues lo puedo meter a un taller”, sugiere Adame Favela.

Cualquiera que sea la elección para tu hijo, nunca debe ser contraria a sus gustos y habilidades, pues el verano terminará en un desastre, asegura Josefina Cruz Costilla, también psicóloga infantil.

“Si no les gusta, los niños van a ir con apatía, no van a destacar. Se van a sentir mal porque no van a poder hacer las cosas, porque ellos mismos ya están pensando en cosas negativas, de que ‘no me gusta’, ‘no puedo’, entonces se van a sentir frustrados”, dice.

Ambas especialistas coinciden en que, si los padres sienten que la opción propuesta por ellos puede beneficiar al niño, es conveniente que se lo hagan saber, y busquen la manera de que sea él mismo el que se convenza y asista.

“Este tipo de actividades no es para todos. Hay niños que son muy introvertidos y, obviamente, van a ir en contra de su voluntad”, dice Cruz Costilla, “podemos manejarlo como que ‘te voy a llevar a prueba a ver si te agrada’, incluso hablar con el entrenador para explicarle que va a ir a ver si le gusta, y que si no, no tiene caso que siga yendo”.

Esta renuencia es normal en muchos niños, sin embargo, comúnmente se debe a que desconocen a lo que se van a enfrentar, apunta Adame Favela.

“Hay niños que al principio están muy renuentes a hacerlo y ya después dicen: ‘mamá, qué bueno que me mandaste a cursos de natación, porque ya sé nadar’”.

Lo más importante en todo momento es que se tome en cuenta al niño y se respeten sus interés y preferencias, agrega.