Festín en su honor

Alejandro Dungla

Agencia Reforma

SANTA FE DE LA LAGUNA, Michoacán 30-Oct .- Entre humeantes ollas de comida, arcos de cempasúchil, y murmullos y rezos en purépecha es como transcurre el día de Todos Santos o Animecha Kejtzitakua, en las diversas comunidades que componen la región purépecha de Michoacán.

“Nosotros creemos que el ánima de nuestro familiar viene el día de Todos Santos a visitar a su familia”, afirma María Inés Dimas, cocinera purépecha de Santa Fe de la Laguna.

“A los que murieron este año son a los que nosotros festejamos porque es la primera vez que ellos regresan y se les hace fiesta con pozole, tamales, nacatamales, corundas, atole, pan y chocolate en agua”.

En esta noche muchos hogares se caracterizan por una madrugada agitada con el ir y venir de amigos, vecinos y parientes que visitan la ofrenda del fallecido trayendo un regalo y rezando.

“Si aquí fallece una persona de la familia yo hago cerca de 300 kilos de maíz en pozole, y es un entrar y salir, todos rezan y cantan y toda la gente viene con una bandeja con chayotes, manzanas, plátanos, guayabas, camote y una vela. Les voy dando a todos un plato de pozole y atole… el lugar se llena, luego se vacía y empiezo a repartir otra vez”, detalla la cocinera purépecha.

Esta celebración de los que ya se fueron, que fusiona tradiciones prehispánicas con ritos católicos, tiene toques distintivos por cada familia y comunidad, ya que el Animecha Kejtzitakua no es igual en todos los pueblos purépechas.

“A pesar de que somos un mismo estado, no en todo Michoacán se celebra de la misma manera la noche de muertos. En Cuanajo, ubicado en la meseta purépecha, por lo regular se recibe a la gente con tamales y atole y no se vela durante toda la noche a diferencia de los pueblos de la zona lacustre donde sí se hace”, comenta Cynthia Martínez, chef del restaurante San Miguelito en la ciudad de Morelia.

Tamal de trigo con piloncillo

40 piezas / 30 horas / medio

1 kilo de masa de maíz nixtamalizado + 1 kilo de azúcar + 1/2 kilo de harina de trigo + 250 gramos de piloncillo + 2 cucharadas de levadura natural + 1 kilo de trigo molido + 3 tazas de agua + 40 hojas secas de maíz colorado o blanco remojadas

PREPARACIÓN

Mezclar todos los ingredientes hasta obtener una masa homogénea y dejar fermentar por 1 noche.

Formar bolas de masa de aproximadamente 5 centímetros y envolverlas en las hoja de maíz.

Cocer los tamales en una vaporera por aproximadamente 1 hora o hasta que estén firmes.

Receta cortesía de María Inés Dimas, cocinera purépecha de Santa Fe de la Laguna